Recientemente me encontré con una profunda frase sobre el optimismo de David Deutsch. En su libro El comienzo del infinito (biblioteca pública) lo define de la siguiente manera:
El optimismo (en el sentido por el que he abogado) es la teoría de que todos los fracasos—todos los males—se deben a la falta de conocimiento. . . . los problemas son inevitables, ya que nuestro conocimiento siempre estará infinitamente lejos de ser completo.
El comienzo del infinito, David Deutsch
Aunque Deutsch señala la ubicuidad de los problemas, también nos da la solución. Él declara que cualquier “fracaso” o “mal” puede remediarse mediante la información, y eso es poderoso. Especialmente en el ámbito profesional, esta es la clave para resolver lo aparentemente insuperable.
Y eso, de acuerdo con Deutsch, es el optimismo: todos los problemas pueden resolverse mediante el conocimiento. Hay esperanza.
El optimismo como herramienta
Todos tenemos problemas que debemos resolver en nuestras compañías, algunos más difíciles que otros. Ciertos obstáculos pueden persistir por mucho tiempo incluso cuando ya hemos intentado varias soluciones. Esto puede ser frustrante, pero no significa que sea imposible resolverlo.
Deutsch dice a continuación:
Algunos problemas son difíciles, pero es un error el confundir los problemas difíciles con los que no se pueden resolver. Los problemas tienen solución, y cada mal específico es un problema que se puede resolver. Una civilización optimística es de mente abierta y no le teme a la innovación, y se basa en tradiciones de critisismo. Sus instituciones siguen mejorando, y el conocimiento más importante que poseen es el conocimiento de cómo detectar y eliminar errores.
El comienzo del infinito, David Deutsch
De cierto modo, ese es nuestro trabajo como líderes organizacionales; resolver problemas y evitar que sucedan de nuevo. Somos como ingenieros en una fábrica: si una de las máquinas deja de funcionar, tenemos que poner manos a la obra y descubrir qué pasó. Tal vez debamos desarmar la máquina para encontrar el problema.
Es importante diagnosticar el problema adecuadamente antes de buscar soluciones. Es fácil saltarse este paso e ir directamente a una posible solución. No puedo recordar cuántas veces he tenido que detener la discusión de un problema porque ya estábamos buscando soluciones sin haber primero entendido qué fue lo que salió mal.
Cuando el problema ya ha sido detectado, se puede encontrar una solución adecuada. La solución puede ser directa o tal vez se requiera investigar o hasta experimentar. Cuando finalmente se ha encontrado una solución, es nuestro trabajo encargarnos de que el problema no vuelva a ocurrir.
Aunque Deutsch hace referencia a las instituciones de la sociedad, podemos aplicar la definción a las compañías en las que nuestro trabajo como gerentes implica mejorar de forma continua. Nuestro trabajo como gerentes es asegurarnos de que nuestras compañías absorban la idea del “conocimiento de cómo detectar y eliminar errores”.
Para lograrlo, tu compañía debe tener una mente abierta a la información, incluso si se descubre que los procesos actuales no están funcionando. Al aceptar criticismo y responder a este, la compañía puede innovar y crecer. Debe entonces institucionalizar una cultura de apertura y resolución de problemas a través de un diagnóstico y conocimiento adecuados.
Este enfoque de resolución de problemas es solo una teoría, pero una con mucho potencial. Espero que también te ayude a avanzar y a fomentar el crecimiento de tu compañía con optimismo.
Deutsch, David. El comienzo del infinito. Ediciones de Intervención Cultural, 2012. Paperback.