Puedo decirte que se una madre que trabaja es una de las cosas más difíciles que he tenido que aprender a hacer. Cuando nació mi primera hija, sentí que me agarraba de mi carrera con las uñas de las manos. Equilibrar el papel de madre y de profesional me dejó exhausta, y no tenía idea de cómo iba a poder completar todo lo que tenía que hacer. Entre amamantar a mi bebé, las noches en vela, y cuidarla, no sabía cómo incluir todo lo demás en mi vida.
Poco a poco aprendí y crecí, como todos los padres lo hacen. Aprendí a gestionar mi trabajo a la vez que cuidaba a mi pequeña bebé. Pero no todo fue tan sencillo; a veces tenía que amamantar a mi bebé en las reuniones, y a veces tenía que salir corriendo cuando mi bebé me necesitaba. También me sentía lo más feliz que había sido hasta ese momento, así que todo valía la pena.
Ser una mamá que trabaja significa tratar constantemente de encontrar el equilibro entre el trabajo y mi familia, y siempre siento que no tengo suficiente tiempo. Pero la necesidad de equilibrar ambas cosas es una realidad, y podemos encontrar formas de hacer todo. Estas son algunas cosas que han funcionado para mí:
Encuentra bloques de tiempo
Durante la pandemia, tuve la dicha de pasar mucho tiempo con mis hijas y mi esposo. Muchas de las distracciones diarias desaparecieron, y me sumergí por completo en mi familia. Después quise incluir esa misma inmersión en mi vida cuando volvimos a la “normalidad”.
Por eso, he estado experimentando con crear espacios de tiempo rígidos en mi agenda para pasar tiempo con mis hijas, sin que nada se interponga. He podido encontrar espacios en horarios distintos en vez de solo tener un gran bloque de tiempo al final del día cuando puede que esté demasiado cansada. Por ejemplo, paso una hora completa con ellas antes de que se vayan a la escuela. Solemos pasar el rato y conversar mientras les cepillo el cabello y me aseguro de que estén listas para irse. Me siento despierta y llena de energía en esos momentos, y es uno de mis momentos favoritos de mi día.
También paso tiempo con ellas en otros dos momentos durante el día. La adición de espacios diferentes las hace sentir que estoy con ellas constantemente, y puedo verlas mientras realizan sus actividades diarias en vez de tan solo al final del día.
Encuentra actividades que disfrutes con tus hijas e hijos
Mis hijas son muy diferentes. A una de ellas le encantan las manualidades: le gusta realizar actividades conmigo siempre que estamos juntas. Descubrí las cajas de actividades de KiwiCo que usamos para construir proyectos divertidos y educativos juntas. Nunca se cansa de ellos. Ayer construimos rampas con pequeños ratones y caballos que se deslizan por las rampas. La pasamos genial.
A otra de mis hijas le gusta platicar conmigo. Así que me siento con ella y la escucho y le doy mi punto de vista. Aprecio estos momentos porque me permiten enseñarle y entender su mundo.
Pasa tiempo a solas
Intento pasar tiempo con cada una de mis hijas por separado. Incluso si son solo 10 minutos al día con cada una, es suficiente para que ellas sientan que estuve ahí para ellas. Cuando trato de pasar tiempo con todas ellas de forma simultánea, una suele tomar todo el espacio, y no les doy a todas ellas atención por igual.
Si paso tiempo con cada una por separado, ellas sienten la libertad de expresarse, y podemos pasar tiempo verdadero de calidad juntas. Las dejo que hagan lo que sea que ellas quieran conmigo, así que también comparto sus intereses y llego a conocerlas mejor.
Criar hijos es el trabajo más difícil. Mi consejo es: sobre todo, sé flexible y no seas demasiado severo contigo mismo. Equilibrar la crianza y el trabajo es difícil, y todos debemos encontrar soluciones. Lo más importante es la intención y el esfuerzo. El resto se acomodará por su cuenta. ¡Cuéntame si tienes otras buenas ideas!