A medida que progresas en tu carrera y empiezas a gestionar personas, ocurrirá un fenómeno. Te volverás más distante de la primera línea, el lugar en el que suceden la mayor parte de las operaciones. Sucederá de forma natural, ya que otras personas se encargarán de lo cotidiano y tu supervisarás y trabajarás en la estrategia de la compañía.
Ese distanciamiento es inevitable e incluso necesario ya que se necesita tiempo y espacio para tomar decisiones. Cuando eres gerente, utilizas tu tiempo pensando en y procesando información. Pero para tomar las mejores decisiones sobre la dirección de tu compañía, también debes estar en contacto con las actividades operativas de la empresa. Se requiere un buen equilibrio entre obtener la información y crear el espacio para pensar.
Si simplemente permites que haya un distanciamiento de las primeras líneas, tal vez dejes de estar en contacto con quienes toman las decisiones o de ver los resultados de tales decisiones. Desde ese lugar, puedes tomar decisiones que tengan un impacto, pero tendrás una visión limitada de lo que está pasando, lo que podría resultar en que pierdas información importante y aumenten tus posibilidades de cometer un error.
Sé que es complicado ya que hay muchas cosas que requieren de nuestro tiempo: desde las reuniones individuales y la contratación, hasta la atención a los clientes, crear procesos y mejorar el funcionamiento de nuestras compañías. Las demandas son incesantes. Yo tengo esa misma dificultad y, de hecho, ¡estoy escribiendo este blog para motivarme a mí misma a mejorar en esta área!
Es bien conocido que hay un conjunto de prácticas que debemos tener para hacer bien nuestros trabajos, pero es muy fácil que estas se pierdan en el ajetreo diario. Yo me esfuerzo por tener contacto con las personas con las que trabajo y por tener reuniones recurrentes para ver cómo van las cosas, pero también puedo ser víctima de mi propio éxito. Mis gerentes son tan buenos en su trabajo que ya no necesito involucrarme en muchos de los detalles de las operaciones.
Ahora debo desarrollar rutinas para seguir encontrando la información que me he estado perdiendo. Estas son algunas de las prácticas que ya he estado realizando y algunas que implementaré para mí misma:
Visitar nuestras distintas ubicaciones
Si tienes más de una ubicación, puede ser difícil estar presente en todas ellas. Estoy implementando horarios establecidos en mi agenda para visitarlas todas. Durante estas visitas, me tomo el tiempo para hablar con las personas y ver cómo les va. Las escucho. Frecuentemente aprendo algo nuevo o me doy cuenta de algo que no había visto antes. Estoy alerta a la información disonante, algo que sea contrario a lo que ya sé, y me llevo conmigo todo lo que sea útil para meditar en ello y mejorar.
Crear programas de entrenamiento
Este año, también planeo apartar más tiempo para entrenar a las nuevas contrataciones. Quiero que las personas nuevas me escuchen directamente. Muchas de las personas a las que he entrenado han absorbido por completo la cultura de nuestra compañía, pero no he tenido el tiempo para interactuar con las nuevas personas como me gustaría. Así que este año pretendo enseñar más sobre quiénes somos y cómo puede cada persona tener éxito en su trabajo. Durante estas sesiones de entrenamiento, tendré la oportunidad de interactuar con ellas en un entorno más personalizado y espero poder aprender más con nuestro equipo.