Lo que pasa cuando has alcanzado tu meta

Las metas son un tema muy popular. Existen muchos consejos sobre cómo ponernos objetivos y después sobre cómo alcanzarlos. Sin embargo, se habla menos de lo que pasa cuando ya hemos llegado a nuestro destino. Tal vez se deba a que el alcanzar nuestras metas no está garantizado. A pesar de esto, con tiempo y con suficiente esfuerzo y conocimiento llegarás al punto del éxito.

Cuando finalmente alcances un objetivo a largo plazo, la satisfacción será muy grande. Sin embargo, puede ser que llegar a tu meta no sea lo que te imaginaste. Es posible que no sientas lo que pensaste que ibas a sentir. Además, siempre surgirá la pregunta de qué hacer a continuación. ¿Llenarás el hueco con otro proyecto? Tendrás que considerar seguir con una fase nueva de ese proyecto o, si ya se ha completado, empezar otro.

En cualquier caso, alcanzar una meta es una caja llena de aprendizaje. Al alcanzar metas se obtiene no solo un sentido de logro, sino también muchas lecciones valiosas. Tomarte el tiempo para reflexionar en todo lo que pasó puede ayudarte a sacarle más provecho a la experiencia completa.

Después de alcanzar tu meta

El logro puede parecer anticlimático

A veces, alcanzar una meta a largo plazo es algo alegre. Celebras y te sientes con gozo. Si este es el caso, disfruta de esos sentimientos de logro. Esos momentos en la vida no ocurren todos los días, y no deberías minimizarlos.

Sin embargo, en otras ocasiones puede que sientas que el resultado de algo por lo que trabajaste muy duro no es tan especial. Hasta pudiera parecer anticlimático. Al final puede haber una sensación de vacío después de todo el trabajo, y hasta puede que te arrepientas del esfuerzo. Estos sentimientos son válidos y no cambian lo que has logrado.

La lucha es parte de la diversión

En retrospectiva, todo esfuerzo es emocionante y hace que la vida tenga sentido. Aunque a veces no lo sintamos así durante el proceso, el trabajo duro es parte de la diversión; le da tracción a la vida y se siente real. Compartimos la vida con otros. Tal vez extrañes la sensación de trabajar duro para algo después de completarlo ya que te daba un sentimiento energizante. Desarrollar ese músculo de esfuerzo y usarlo es remunerador.

Ten muchas metas paralelas

Dado que el logro puede dejarte un sentimiento de vacío, te recomiendo tener siempre planes concurrentes. Mientras un objetivo está a punto de completarse, otro puede ir empezando, y un tercero puede estar por venir. En otras ocasiones, el logro inicial puede ser una fase de un plan a largo plazo. Además, para seguir creciendo después de alcanzar un objetivo, tal vez desees pasar al siguiente nivel. Así que, si corriste medio maratón, inmediatamente inscríbete para el siguiente nivel: un maratón.

Mantén un diario del trayecto

Mientras trabajas hacia tu meta, puedes llevar un diario sobre el trayecto. Escribe con la mayor honestidad posible sobre los desafíos a los que te enfrentas y hasta cómo te hacen sentir. Escribir un diario te ayudará a ganar claridad sobre tus pensamientos e ideas mientras avanzas en tu camino.

Después, cuando hayas alcanzado tu meta, podrás mirar hacia atrás y apreciar todo lo que has logrado. Al leer tus notas, recordarás tu posición de hace uno o más años. No hay mejor voz para ayudarte a recordar que la tuya propia al describir tus desafíos.

Aprende

Toma tiempo para aprender de tus experiencias. Tu diario puede ayudarte a identificar eventos y decisiones clave. Los fracasos son muy instructivos, pero también puedes hallar tesoros de información en los éxitos.

• ¿Qué funcionó y qué no?

• ¿Qué cambiaste para poder alcanzar un mejor resultado?

• ¿Qué harías diferente en el futuro?

• ¿Por qué se sintió el logro de esa manera? ¿Recordé el celebrar después?

• ¿Cómo puedo disfrutar más del trayecto?

Reflexionar te será de mucho beneficio conforme continúas avanzando hacia tus metas y hacia el crecimiento de tu carrera.