Es un hecho de la vida: así como personas se unirán a tu equipo, algunas dejarán la compañía por diferentes motivos. Las personas se casan y se mudan, algunas continúan sus estudios en un lugar diferente y otras se irán en busca de nuevas oportunidades y pasiones.
Una de las personas de nuestro equipo de mercadeo se marchó recientemente para dirigir el equipo nacional de fútbol femenino de Honduras. Había estudiado mercadeo y gestión deportiva en la universidad y esta era una oportunidad de ensueño para ella. Por supuesto, tuvo que dejar nuestra empresa para continuar con el próximo capítulo, y estoy muy orgullosa de su trabajo para el país.
Perder a un miembro del equipo nunca es fácil, sin importar lo felices que estemos por él o ella, pero es un hecho bastante frecuente y debemos estar preparados para gestionar el cambio.
¿Hay una manera mejor de hacer las cosas?
Aunque la salida de alguien de la compañía puede implicar mucho trabajo, también puede ser una oportunidad para ver cómo se pueden actualizar o mejorar los puestos y responsabilidades.
Por ejemplo, si la persona que se va ha estado contigo durante mucho tiempo, es posible que hayas estructurado la posición en torno a las fortalezas de esa persona. Además, tu compañía puede haber cambiado significativamente durante ese período, por lo que el puesto puede haber cambiado desde que se asignó por primera vez. Este podría ser un buen momento para preguntarte si la forma en que está estructurado el rol aún funciona o si se puede mejorar para que se ajuste a los objetivos y estrategias actuales de tu compañía.
En situaciones pasadas, cuando personas se fueron de la empresa, eliminé o agregué responsabilidades. Una de las personas que había estado con nosotros por un tiempo se fue a sacar una maestría. En ese momento, tenía algunas responsabilidades que no coincidían con la función actual, como los procedimientos legales, a pesar de que su función era principalmente administrativa. Ella era buena en eso, pero cuando se fue, llegó el momento de colocar esa responsabilidad donde formalmente pertenecía. Así que hicimos precisamente eso y funcionó bien, e incluso mejor de lo que habíamos pensado originalmente. La empresa había cambiado significativamente durante ese tiempo y ahora el puesto se ha simplificado.
Encuentra a alguien que llene el vacío
Si el rol está bien establecido, necesitarás a alguien para cubrir esa vacante. Esta podría ser una oportunidad para ascender a alguien que esté dispuesto a asumir más responsabilidades. Otras veces, no tendrás más remedio que contratar a alguien nuevo, ya sea debido a la carga de trabajo, la presión del tiempo o incluso la falta de personal. A pesar de que deben ser capacitados, los nuevos empleados a menudo pueden aportar energía fresca y experiencia externa.
Si es posible, aparta suficiente tiempo para que la persona que se va pueda capacitar a su reemplazo. A veces, es posible que no puedas contratar a una nueva persona con la suficiente rapidez. En ese caso, los procedimientos y manuales documentados se vuelven muy importantes: asegúrate de que estos materiales se revisen y actualicen constantemente en caso de una sorpresa o una rotación repentina. También existe la opción de que alguien pueda asumir temporalmente el cargo y capacitar al nuevo empleado cuando esa persona entre a la compañía.
Por otro lado, es posible que, cuando la persona original se vaya, no necesites reemplazarla con un empleado de tiempo completo. En mi caso, otra empleada que se había ido había estado trabajando en un proyecto y, cuando se fue, habíamos terminado con la mayor parte de este. En lugar de contratar un reemplazo, contratamos a un consultor que trabajó muy bien durante algunos años.
Aprovecha el nuevo par de ojos para mejorar
Cuando una nueva persona ingresa a la compañía o al puesto, aportará una nueva perspectiva a este. Aprovecha esta oportunidad, ya que esta persona verá cosas que otros antes quizás no hayan notado, y será una buena oportunidad para seguir mejorando. Por ejemplo, cuando llegan nuevas personas a nuestra empresa, siempre les pido que lean nuestros manuales de capacitación y sugieran cambios que crean que mejorarán esos documentos. Siempre encontramos algo que podemos agregar o ajustar.
El cambio a veces no es fácil, pero puede ser bueno. El ingreso y salida de personal, sin duda, es algo normal en las compañías y algo que podemos gestionar. Aunque extrañes a tu antiguo miembro del equipo, tienes la oportunidad de mejorar tus flujos de trabajo y de conocer a una nueva persona que, con suerte, aportará nuevas ideas y habilidades a la compañía.