Estrategias para aprender a tomar mejores decisiones

Dos de las personas de las que más he aprendido son Warren Buffett, CEO de Berkshire Hathaway, y Charlie Munger, vicepresidente de la misma compañía. Ambos han desarrollado la reputación de gurús en la industria de las inversiones. Ellos invierten en compañías nuevas con poca frecuencia y se apegan a sus inversiones a largo plazo. Buffett y Munger pasan su tiempo leyendo, estudiando y meditando, y han logrado construir un imperio de negocios con esta estrategia de análisis profundo y acción escasa.

En los últimos dos años, mientras he trabajado en desarrollar mi compañía, frecuentemente me encuentro en modo de acción, completando una tarea tras otra. Esto resulta en que me sea difícil encontrar el tiempo para pensar en ideas y decisiones. Con el tiempo me he dado cuenta de que debo actuar menos para ser más eficaz, ya que la idea es tomar tiempo para aprender a pensar lo más claramente posible.

Por tanto, una de mis tareas principales recientemente ha sido pasar más tiempo pensando para sintetizar mejor la información que encuentro. La meta es poder ser más eficaz, prevenir mejor y planear, y tomar las mejores decisiones que no solo sean exitosas, sino también que eviten problemas a futuro. He tomado esta tarea desde diferentes ángulos. Por un lado, estoy aprendiendo a pensar mejor mediante la lectura y la escritura, mientras que otro ángulo es aprender a tomar más decisiones estratégicas y estudiar más sobre los modelos mentales fundamentales que Buffett y Munger usan para pensar antes de eventualmente actuar.

Leer y escribir

Cuando leemos libros, especialmente aquellos de los mejores autores del mundo, nos sumergimos en los mundos de las mentes más brillantes. Desafortunadamente, ninguno de nosotros tendrá la oportunidad de conocer a Platón o a John Locke, pero podemos conocer sus pensamientos mediante los libros que produjeron. Podemos leer sus palabras y, de cierto modo, también podemos conversar con ellos cuando tomamos notas y aceptamos o rechazamos sus puntos de vista.

Si aún no has leído Cómo leer un libro (biblioteca pública) de Mortimer Adler, te lo recomiendo. En su libro, Adler describe las diferentes formas de leer, que son la lectura primaria, de inspección, analítica, y paralela. El primer nivel de lectura, el primario, se trata de aprender a leer y es lo que aprendimos en los primeros grados de escuela. En el segundo nivel, en un tiempo limitado, tratamos de obtener rápidamente la idea del libro con un examen superficial. Una forma de inspeccionar el libro es examinar cada capítulo y leer los párrafos iniciales y finales de cada uno. Este proceso te dará una idea de la dirección del libro y si todavía deseas leerlo.

Adler describe la lectura analítica de esta forma: “Es una lectura cuidadosa, completa, buena, en realidad la mejor posible. Si la de inspección constituye la lectura mejor y más completa posible en un tiempo limitado, la analítica es la mejor y más completa posible en un tiempo no limitado”. [1]

El último nivel de lectura es la paralela, que implica leer varios libros sobre un mismo tema. Es un tipo de lectura profunda para obtener el conocimiento más profundo sobre ese contenido. Puedes pasar por los tres niveles de lectura siempre que leas un libro para profundizar tu entendimiento y aprendizaje. Al leer, te recomiendo tomar notas y hacer resúmenes al terminar para un mejor análisis del libro.

Escribir también puede ser una gran herramienta para aprender. Nos obliga a ser explícitos sobre nuestros pensamientos y, mientras escribimos, solemos encontrar brechas en nuestro conocimiento que antes no eran aparentes. Entonces podemos aprovechar para investigar sobre la información que nos hace falta y así desarrollar una base completa de conocimiento. Por ejemplo, actualmente estoy escribiendo mi primer libro de negocios, y ha sido una enorme experiencia de aprendizaje. Escribir un libro me ha obligado a afilar mi entendimiento de los temas sobre los que escribo, ya que solo puedo explicarlos bien si los comprendo completamente. Mientras más escribo, lo que aprendo se vuelve más profundo.

Toma de decisiones

Los resultados que obtenemos se determinan por nuestros hábitos y nuestras decisiones, lo que incluye nuestros horarios y las acciones que son parte de estos. A veces tomamos decisiones basadas en un sentimiento, y a veces nos comprometemos con un proyecto porque no queremos decir que no. Este proceso es cierto tanto para decisiones cotidianas pequeñas, como para decisiones grandes más significativas.

Es en ese punto de inflexión de esas decisiones que tomamos cuando es más importante detenernos para desarrollar modelos adecuados de toma de decisiones. De esta forma podemos aprender sobre nuestro proceso de toma de decisiones e identificar cómo mejorarlo para afinar nuestras habilidades. Me gusta usar un diario de decisiones, ya que este me obliga a tomar mejores decisiones.

Al usar un diario también eliminamos la parcialidad, y nos obliga a pensar y analizar mejor nuestras opciones. Puedes comprar el que yo tengo aquí. Por ejemplo, una forma de analizar una decisión es considerar sus efectos para el siguiente mes, para el siguiente año, para los siguientes cinco años y hasta para los siguientes diez años. Este punto de vista distinto puede ayudarnos a ver los efectos a largo plazo en vez de solo a corto plazo sobre las decisiones que tomamos.

Desarrolla conocimiento sobre los modelos mentales

Charlie Munger y Warren Buffett recomiendan desarrollar una red de modelos mentales. Estos modelos toman las herramientas y principios de cada uno de los campos más importantes, lo que incluye biología, historia, psicología, ingeniería y matemáticas. El concepto es que todas estas ideas están interconectadas y pueden, por lo tanto, servir como marco para el pensamiento y la toma de decisiones. En las palabras de Charlie: “Desde hace mucho he creído que cierto sistema—que casi cualquier persona inteligente puede aprender—funciona mucho mejor que los sistemas que la mayoría de la gente usa. Lo que necesitas es una red de modelos mentales en tu cabeza. Y, con ese sistema, las cosas gradualmente se unen de una manera que mejora la cognición”. [2]

Algunos ejemplos incluyen el concepto del interés compuesto, redundancia y diversidad. Estas ideas surgen de diferentes disciplinas, pero pueden usarse para lidiar con cualquier problema que tengamos en los negocios. Para profundizar más en este tema, te recomiendo leer Poor Charlie’s Almanack (biblioteca pública).

[1] Adler, M. J., & Van, D. C. (1992). Cómo leer un libro. Inst Politachico Nacional

[2] Munger, C. T., & Kaufman, P. D. (2008). Poor Charlie’s Almanack: The wit and wisdom of Charles T. Munger. Virginia Beach, Va: Donning Co. Pub