Empecé mi blog de manera oficial en el 2017. Escribir ha sido un camino inesperado para mí, lleno de retos y satisfacciones. Escribo un artículo para mi blog por semana sobre temas que me parecen interesantes o sobre los desafíos que he tenido como líder en mi empresa, Celaque.
En el camino, también he experimentado con diferentes tipos de contenido. Al principio escribía mucho sobre procesos y sistemas y después pasé a otros temas, como la productividad y la administración general de una compañía. Mis artículos me han enseñado y me han ayudado a aclarar mis ideas.
A finales del 2018, decidí escribir un libro usando las ideas de los artículos que ya había escrito. Siempre había tenido el deseo en mi interior de escribir un libro, pero no había escrito lo suficiente como para considerar ese proyecto como algo posible. Sin embargo, cuando ya tenía una buena cantidad de artículos, me sentí capaz de empezar y esta se volvió mi meta imposible para el 2019. La consideré imposible ya que era algo que nunca antes había intentado; al principio, no tenía idea de cómo iba a lograrlo, pero sentí que era la única forma de poder empezar.
![[Foto: Robert Anasch/Unsplash]](https://www.pamelaayuso.com/wp-content/uploads/2021/01/robert-anasch-B4qMYcsnRCY-unsplash.jpg)
[Foto: Robert Anasch/Unsplash]
Los primeros pasos y otros desafíos
Lo primero que hice fue contratar a una coach para que me enseñara cómo era el proceso. Sabía que, si trabajaba con una experta como ella, tendría un mayor sentido de compromiso para escribir el libro.
Empecé a trabajar con mi coach en enero, y ella me ayudó a navegar los primeros meses. Durante ese periodo de inicio, me sentí trabada. La cantidad que tenía que escribir a diario era significativamente más de lo que había hecho antes. Me tomó mucho tiempo lograr escribir lo que quería a diario, pero gradualmente me adapté al nuevo ritmo.
Mi horario también cambió. Dado que escribir requería mucho de mi tiempo, tuve que mover mis actividades de la mañana para asegurarme de completar la cantidad requerida de escritura. Además, tuve que usar mejor mi tiempo, ya que disponía de menos por las mañanas.
Algunos días era más fácil y las palabras fluían, mientras que otros días me tomaba más tiempo escribir la cantidad que me había puesto como meta. Hubo momentos en los que no sabía que dirección quería seguir con mi libro; entonces me tomaba un descanso porque no sabía cuál sería el siguiente paso. Me tomó tiempo encontrar mi camino.
Mientras escribía mi libro investigaba los temas sobre los que quería escribir, así que pasé una buena cantidad de tiempo entendiendo el nuevo material antes de ver cómo se aplicaba a mi compañía y otras antes de añadirlo al libro.
Hitos
Completar un libro en un año parecía una enorme tarea para mí, así que dividí el proyecto en hitos diarios y semanales. Cada día debía escribir un número determinado de palabras para asegurarme de poder terminar el libro al finalizar el año. Tenía dudas sobre usar un número de palabras para medir mi avance, ya que esta estrategia tiene ventajas y desventajas.
Los beneficios son que puedes medir tu progreso y, en mi caso, me daba el impulso necesario para alcanzar mi meta antes de dejar de escribir. Si no tenía ese objetivo, me habría rendido en esos días en los que se me hacía difícil superar los obstáculos. La desventaja es que la calidad de la escritura puede verse afectada. Descubrí que a veces escribía para alcanzar mi objetivo sin preocuparme por ninguna otra cosa.
Para mitigar esta desventaja, añadí tiempo para editar y volver a trabajar en el libro entero al final de mi proceso. Mi desafío era llegar a la cantidad correcta de palabras, así que me incliné por el lado de la acción y decidí afinar el trabajo hasta el final.
![[Foto: Shelby Miller/Unsplash]](https://www.pamelaayuso.com/wp-content/uploads/2021/01/shelby-miller-2yP4DHc97G4-unsplash.jpg)
[Foto: Shelby Miller/Unsplash]
La edición
Actualmente sigo trabajando en mi libro. Terminé de escribirlo en julio, y mi editor y yo estamos trabajando para pulirlo antes de pasar al proceso de publicación. Al principio, esta parte era mi menos favorita, ya que me es difícil revisar y editar lo que ya he escrito para mejorarlo. Lo que menos me gusta es tener que eliminar pasajes que ya he escrito.
Planeo terminar el proceso de edición para finales de este año y empezar a trabajar en la publicación a inicios del siguiente. Siento que el libro ya me ha dado más de lo que yo he invertido en él. Una de sus recompensas es la cantidad de tiempo que he pasado aclarando mis ideas sobre cómo manejo mi compañía. También había muchas brechas en mi entendimiento sobre algunos de los temas que incluí; algo que ya ha quedado resuelto.
Un beneficio adicional es lo mucho que he aprendido sobre temas nuevos. Dediqué una enorme cantidad de tiempo a investigar temas sobre los que tenía curiosidad o que no entendía, lo que amplió mi aprendizaje sobre los temas más importantes para mi compañía. Durante mi investigación, también descubrí aspectos en los que mi conocimiento era limitado y entendí la necesidad de expandirlo. Ya he implementado el conocimiento de estas nuevas herramientas en mi compañía.
Más que nada, mi experiencia escribiendo un libro a sido una hermosa exploración que ha sido difícil, pero de la cual me siento agradecida.