Gran parte de innovar se trata de experimentación y prueba y error. Junto con esto, normalmente viene el fracaso: algo que usualmente nos hace no querer explorar. Los efectos inmediatos no son placenteros, ya que el fallar viene acompañado de pérdida de tiempo y esfuerzo y un sentido de decepción. Sin embargo, si aprendemos a aceptarlo con gracia y aprendemos de nuestros errores, entonces creceremos. El crecimiento llega con muchos fracasos inevitables.
A veces es muy aparente que algo ha fallado, mientras que otras veces no lo es. El primer paso para aceptar el fracaso es saber cuando una idea/proyecto ha oficialmente acabado. Si algo no va a funcionar, lo mejor que podemos hacer es reconocer el proyecto como una oportunidad perdida y seguir adelante. Deja el pasado y sigue avanzando; pero no olvides llevarte las lecciones contigo. Intenta ver la oportunidad perdida desde la distancia y aprende. Finalmente, no dejes que esto detenga tu creatividad y la de tu equipo. Sigue avanzando y sigue ideando. Mientras más rápido pases por este ciclo, más serán tú y tu negocio capaces de crecer.
Cuándo declarar el proyecto como terminado
Hay ocasiones en las que estamos tan involucrados con un proyecto, que es difícil verlo de forma objetiva. Tal vez hayamos dedicado tanto tiempo, esfuerzo y hasta dinero, que todo lo que podemos visualizar es seguir adelante hasta el final. Sin embargo, cuando un proyecto ya ha fracasado, dedicarle más recursos a este no lo revivirá y, de hecho, seguirá por el mismo camino. Estos son todos costos hundidos, ya que se habrán gastado para nunca recuperarse. Tan pronto como sepas que algo no está funcionando, será momento de dejarlo ir.
Aunque es difícil declarar un proyecto como terminado, es lo mejor que puedes hacer en esta circunstancia. El hacerlo le dará más espacio a tu mente para encargarse de otros proyectos, y esta es una habilidad esencial si planeas crear proyectos nuevos. Hay esperanza, ya que se vuelve más fácil con el tiempo a medida que se desarrolla una resiliencia ante los fracasos.
Saber cuándo dejar ir un proyecto puede ser complicado ya que es difícil ver los árboles cuando estás en medio del bosque. Por eso, es muy útil tener un conjunto de expectativas al principio del proyecto y, si no se cumple con estos parámetros al llegar a una fecha determinada, esto será un indicador de que es momento de pasar adelante.
Cómo aprender
Cuando hayas decidido dar el proyecto como terminado, será momento de reflexionar. A veces, si teníamos una conexión emocional con el proyecto, necesitamos alejarnos de este por un tiempo para pensar objetivamente. Cuando esto haya pasado, aparta tiempo para revisar el proyecto. Si este era un proyecto en equipo, analiza todo el proceso junto con los otros miembros del equipo para que todos aprendan de los errores. Si no te tomas el tiempo para hacerlo, todo habrá sido para nada.
Un ejercicio útil es tener una conversación post-mortem. Esta incluye reconocer lo que se hizo bien, lo que puedes aprender de lo ocurrido, y las acciones que vas a tomar de acuerdo con este aprendizaje. Conocer lo que hiciste bien es tan importante como descubrir las lecciones aprendidas ya que no hay garantía de que las mejores prácticas quedarán institucionalizadas si no se identifican primero. En un marco de equipo, esto es especialmente útil ya que diferentes miembros del equipo tendrán diferentes perspectivas, y puede que los errores no se diagnostiquen por completo sin toda la información disponible.
Cuando ya se hayan encontrado todos los puntos clave, encuentra la manera de institucionalizarlos. A veces, esto significa crear una política o incluir un flujo de trabajo en un sistema. En otras ocasiones, la falta de una acción importante resultará en la modificación de una lista de verificación. Lo más importante es que lo aprendido se vuelva parte de tu organización.
Mientras más practiques el dejar ir, aprender y seguir adelante, tendrás mejor disposición para crear e implementar proyectos nuevos. A su vez, este proceso fomentará el crecimiento de tu organización y tu crecimiento personal.