Siendo por naturaleza una persona optimista y emprendedora, tiendo a mirar hacia el futuro constantemente para buscar nuevas formas de crecer e innovar. A menudo creo escenarios en mi mente de lo que pudiera ser, y esto es lo que me ayuda a crear. A veces, sin embargo, mis visiones se adelantan a la realidad y se me olvida que lo que ya he visto en mi mente tomará tiempo para hacerse realidad. Tengo que recordar que para crear debo tener los pies bien puestos en la tierra y mantenerme cerca de la realidad.
Una cosa que siempre he querido es la capacidad de ver más claramente lo que está sucediendo, para comprender mejor. Ahora me doy cuenta de que a veces no vemos lo que realmente está ahí, sino que vemos lo que queremos ver. Debido a nuestra tendencia de confirmación, que es cuando nuestro cerebro tiende a mirar solo la evidencia que confirma lo que creemos que ya sabemos, solemos ignorar la información que es contraria a lo que desearíamos que estuviera allí.
Para ser aún más efectivos en nuestro trabajo, necesitamos estar firmemente plantados en la realidad, aunque no nos guste y aunque a veces duela. El primer paso es aceptar la verdad de lo que tenemos delante nuestro, y esto a veces lleva tiempo.
También se requiere valor para ver lo que realmente está ahí. A veces no nos gusta lo que vemos. En ocasiones, algo en lo que hemos estado trabajando durante años está tomando mucho más tiempo de lo que hubiéramos querido. A veces, nos damos cuenta de que lo que hemos estado haciendo no nos está dando los resultados que queremos y debemos cambiarlo.
Con el tiempo, practicar ver la realidad te ayudará a ver todo con mayor claridad. Te acostumbrarás a la incomodidad y empezarás a disfrutar encontrar contradicciones ya que serán una señal de tu capacidad de ver más. Además, una vez que hayas comenzado a entender más de lo que te rodea, tendrás más información. Se trata de una habilidad, y como cualquier otra cosa, requerirá práctica y constancia.
La capacidad de visualizar es un superpoder. Tomarse el tiempo para ver y hacer algo sobre lo que tenemos delante te dará una ventaja. Una vez que estemos listos y veamos con claridad, podemos partir de la verdad, o lo más cerca que podamos de ella, para pensar en lo que queremos hacer y hacia dónde queremos ir. A partir de ese punto, ya estamos por delante de la mayoría de la gente porque no te tomarán cosas por sorpresa y podrás planificar mejor.
Cuando vemos la realidad de las cosas, podemos tomar mejores decisiones. Cuanto más podamos ver desde todos los ángulos, incluso lo que no nos gusta, más detalles podremos considerar, y esto nos ayudará a tomar decisiones que abarquen más y, por lo tanto, produzcan mejores resultados.
Esas elecciones nos llevarán a mejores resultados y oportunidades para decisiones aún superiores. Y, de nuevo, la calidad de esas elecciones dependerá de cuánto logres ver y qué tan cerca esté todo de la realidad.