A veces llegamos a un punto en el que gran parte de lo que queríamos ya se ha hecho realidad, pero sabemos que aún no hemos terminado; queremos hacer más. Entonces, la pregunta que surge en nuestra cabeza es: ¿qué sigue?
Descubrí que la clave para responder esta pregunta es continuar explorando para encontrar nuevos lugares de crecimiento. Así es como busco:

Sigue escuchando
Mantén tus ojos y oídos abiertos. Nunca se sabe dónde o cuándo puede surgir una idea nueva. Me gusta exponerme a la mayor cantidad posible de información nueva y diferente, y luego trato de aplicar estas ideas a mi realidad. Cuanto más escuches, más información tendrás y más ideas podrás generar. Cuando tengas una idea especialmente buena, anótala lo antes posible. Te sorprendería lo fácil que es perder esas ideas y, a veces, se van para no volver jamás.
Iniciar pequeños proyectos
Cada vez que tengo una idea que quiero probar, empiezo poco a poco. Podría dedicarle de unos minutos a una hora por semana. Si me gusta y va bien, lo amplío. Así empecé a pintar: dedicaba una hora a la semana los domingos solo para pintar. Al principio, me resistía a comenzar a pintar, así que medía el tiempo que me tomaba instalar mi estación y tomar el té como parte de esa hora. Realmente se sentía como trabajo.
Pero luego, poco a poco, comencé a disfrutarlo, y la pintura se convirtió en una parte permanente de mi rutina. Ahora, a veces hasta se me pasa volando la hora y sigo pintando simplemente porque me estoy divirtiendo mucho. Del mismo modo, si pruebas algo nuevo que simplemente no parece hacer clic para ti, puedes dejarlo fácilmente y pasar a lo siguiente.
Sal de tu zona de confort
Encuentra nuevos lugares para estar o actividades para probar. Cuando intentas algo nuevo, te expones a nuevas ideas que quizás no hayas considerado antes y que pueden enriquecer tu vida. ¿Quién sabe? Una de esas actividades podría lanzarte a un proyecto completamente nuevo, o podrías conocer a alguien que te dé una nueva idea que nunca consideraste.

Haz espacio para explorar
Si tienes un horario apretado, no tendrás espacio para explorar e idear. Y sí, puedes llenar tu rutina aún más fácilmente con nuevas actividades si sigues agregando más.
Esta es exactamente la razón por la que es importante preguntarse constantemente si lo que estás haciendo es importante y te hace feliz. A veces seguimos haciendo cosas por costumbre, pero ya no están alineadas con lo que somos o queremos ser actualmente. Entonces, si algo ya no funciona para ti, solo sé honesto y déjalo ir para que puedas tener espacio para algo que realmente llegues a amar.