Como emprendedores y líderes, también tendemos a ser creadores. Los creadores son aquellos que traen a la existencia algo que de otro modo no se habría producido, incluso si la idea ya existía.
Tratar de describir la experiencia de un creador es difícil, pero lo intentaré. En primer lugar, es el trabajo más gratificante que existe. Ver algo cobrar vida y saber que no estaría allí si no hubieras actuado, si no hubieras tomado el riesgo para que sucediera, no tiene comparación: es una de las mejores sensaciones de la vida.
En segundo lugar, como sabes o puedes imaginar, no es fácil. Te enfrentarás a la crítica, la incredulidad, la falta de apoyo, el vacío. Debes creer en lo que estás creando contra viento y marea porque tropezarás. Es un hecho. Creer en tu idea obsesivamente es crucial. Es lo único que te sostendrá para encontrar el apoyo, las soluciones y la energía que necesitas para seguir adelante.
Tercero, debemos estar dispuestos a experimentar. El camino rara vez es claro. Está lleno de curvas y peligros y a veces está obscuro. También debemos estar cómodos con lo impreciso e indeterminado. A pesar de los desafíos, nuestro trabajo debe continuar y, a menudo, debemos esquivar los obstáculos. La única forma de encontrar soluciones es estar dispuestos a intentar y reintentar, y estar a gusto con eso. Si tratas de hacer algo y no funciona, debes estar dispuesto a probar otra cosa hasta que encuentres lo que buscas.
Cuarto, la creación implica destrucción. A veces necesitamos quitarle partes o quitarle todo a lo que hemos creado para poder reconstruirlo. Debido a que no hay un solo camino correcto, debemos estar listos para reconocer cuando cometimos un error y debemos comenzar de nuevo. Empezar de nuevo implicará necesariamente la eliminación de piezas que ya no funcionan. Esta suele ser una de las cosas más difíciles de crear porque tendemos a apegarnos a lo que hemos construido. Empezar desde cero está bien, y estará bien.
Quinto, probablemente la parte más difícil de aprender es disfrutar el camino. Fuimos educados para evitar el fracaso y, cuando fallamos, estamos condicionados para sentir vergüenza y dolor. Como seres humanos, tratamos de evitarlo a toda costa, y creo que es por eso que muy pocos tomamos estos riesgos. El camino puede ser duro y complicado. Muchos empresarios terminan descontentos por esto. Encontrar alegría en el trabajo que estamos haciendo y en lo difícil que puede llegar a ser, ese es el verdadero regalo, la verdadera creación. Tu camino como emprendedor puede ser en sí mismo una de tus creaciones; tu propia obra de arte. Si recorres el camino lo mejor posible, los resultados llegarán automáticamente. Simplemente caerán en su lugar debido.