Primero, una aclaración: no soy una experta en la creación de culturas empresariales. Sin embargo, sí he experimentado mucho durante toda una década. A continuación, te presento algunas cosas que han funcionado para nosotros, otras que no, y otras iniciativas prometedoras.
Tener el equipo correcto es clave
Encontrar a las personas que coinciden con tu misión y valores es la pieza central de una excelente cultura laboral. Cada compañía busca cosas diferentes, y, antes que nada, debes saber quién eres tú. Si acabas de empezar puede ser difícil identificarlo claramente, aunque tal vez tengas una idea. Puede que también hayas heredado una cultura que tal vez no se ajuste a tu visión de lo que deseas ver en tu compañía.
Cualquiera que sea el caso, intenta desarrollar una idea que sea lo más clara posible. Después, contrata a personas que crees que se ajustan a esa cultura. A veces sabes que una persona coincide perfectamente con solo mirarla, incluso si no puedes explicar por qué.
Ultimadamente, el tipo de persona que contrates probablemente compartirá algunas características clave que la hacen ser una gran adición a la cultura que has establecido. Sin embargo, los perfiles de estas personas probablemente diferirán. Existe una increíble riqueza en la diversidad, y las personas que trabajaran bien en tu cultura pueden ser completamente diferentes entre sí.
Es riesgoso contratar a alguien que no se ajusta bien. Sin embargo, el proceso de contratación es difícil, y muchas veces el ajuste a una cultura no está completamente claro hasta que la persona ha trabajado en tu compañía. Una vez que la persona esté dentro de tu compañía, es importante evaluar si se adapta a tu cultura .
Mientras más personas contrates que adopten tu cultura, mejor. Claro, esta cultura no será estática, y el equipo correcto será clave para garantizar que evolucione en la dirección que han visualizado juntos. Cuando las personas correctas están en sintonía, todo se incorpora mágicamente. También será mucho más fácil resolver problemas con personas a las que les importa la compañía y el trabajo tanto como a ti. Colaborar se vuelve agradable, y juntos pueden todos crecer y evolucionar.
Crear culturas es natural
Como lo explica Yuval Harari en Sapiens, crear historias o conceptos, como compañías y países, fue la forma en que logramos colaborar y convertirnos en la especie exitosa que somos ahora. Después de todo, una compañía en su nivel más básico es un grupo de personas que se junta para trabajar en la misma misión. La cuestión entonces es cómo unir al equipo. La forma en que lo hacemos es mediante las culturas que creamos. Podría decirse que cada compañía tiene una cultura, sea que haya surgido de forma orgánica o que de alguna forma haya sido diseñada.
Una compañía es un sistema complejo. No hay necesariamente una causalidad entre una variable y la siguiente, sino que, si hay una acción en el sistema, las otras personas pueden responder de formas impredecibles. Además, la acción de una afecta a la acción de la siguiente persona, que a su vez puede afectar a la primera persona y a otras tres. En una escala mayor, piensa sobre una economía que se mueve según las acciones de incontables personajes y que es imposible de predecir o controlar. Lo más que se puede hacer es crear intervenciones para tratar de guiarla, como es el caso de un banco central que establece tasas de interés o cuando un gobierno introduce nuevas leyes para incentivar las inversiones.
Por lo tanto, si cada compañía desarrolla de forma natural una cultura, lo mejor que podemos hacer como líderes es tratar de moverla hacia la dirección que visualizamos. Dado que se trata de sistemas, no podemos mover la cultura por la fuerza hacia la dirección que deseamos. Sin embargo, sí hay acciones concretas que podemos tomar, tal como garantizar que tenemos al mejor equipo.
Además, dependiendo de lo que desees, puedes empezar a experimentar. Por ejemplo, en Celaque yo deseaba unir a la compañía horizontalmente a través de los departamentos. También deseaba una mayor transparencia para que todas las personas pudieran tomar decisiones con acceso total a la información relevante. Entonces implementamos reuniones de toda la compañía en las que compartimos todo lo que está pasando en todas las áreas de la compañía, lo que incluye muchas de nuestras métricas e indicadores más importantes.
También queríamos reconocer la importancia de los valores que compartimos como compañía. Mediante una votación secreta votamos por la persona que más se destaca por esas características. Tuvimos a varios exponentes, pero, en mi opinión, elegimos a una gran persona para esa distinción. Esperamos que al tener un modelo claro y real esto resulte en inspirar al resto del equipo para adoptar esos valores.
Seguimos experimentando, aunque no podemos implementarlo todo de forma simultánea. Por tanto, avanzamos con una idea a la vez y evaluamos el impacto de cada una y si está funcionando o no. Hemos cometido errores, pero persistimos. Y lo hermoso de todo esto es que, mientras avanzamos, nos unimos más como equipo y evolucionamos en la dirección en la que queremos ir.