Siempre me encanta el final del año viejo y el inicio del nuevo. Es una oportunidad para mirar y meditar sobre todos los logros y el crecimiento alcanzado en el año saliente. Como siempre, no todo habrá salido como se había planeado. Pero al mirar hacia atrás trato de aprender de todo, de lo bueno y de lo malo. Normalmente me encuentro con éxitos no esperados; y estos son mis favoritos.
También es importante planear para el año siguiente. El año nuevo siempre es prometedor; representa esperanza y algo fresco, razón por la cual es la fecha más popular para hacer resoluciones. Por supuesto, estas fechas van y vienen al igual que cualquier otra fecha del año, pero puedes usarlas para iniciar tu nuevo proyecto o empezar una nueva rutina.
Propongo utilizar ese ímpetu para empezar a trabajar en tus metas. La clave está en no solo definir cuál será tu meta, sino también establecer cómo la alcanzarás. Si no pones estos mecanismos en su lugar y en tu rutina, te será difícil seguir progresando en medio de todas tus otras responsabilidades. Entonces el año puede servir como contexto para medir tu progreso.
Establece tus metas y hazlas parte de tu rutina
Lo que deseamos hacer es comúnmente claro: ya sea hacer ejercicio, pasar más tiempo con tus seres queridos o empezar un proyecto nuevo. El problema está en cómo asegurarte de conseguirlo. De la misma forma en que las resoluciones son prevalentes, también lo son las rutinas y proyectos no exitosos después de que la emoción inicial bajó.
Pero hay esperanza. Con el mecanismo de responsabilidad adecuado serás capaz de crear nuevos hábitos que te ayudarán a alcanzar tus metas. Solo tienes que perseverar por un tiempo, ya que el estándar dicta que se requieren unos 21 días para formar un nuevo hábito y que tu meta se vuelva una rutina. Aunque puede que no se logre en 21 días, sí debería tomarte menos de un año. Un estudio de Phillippa Lally y su equipo descubrió que se necesitan entre 18 y 254 días para formar un hábito.
Cuando el hábito se vuelve autosustentable te dará los resultados que vienen de la práctica y las acciones que estás tomando. Incluso si tu meta es un proyecto de una sola vez, tendrás que crear el espacio en tu rutina para alcanzar cada uno de los hitos que te llevarán hasta el resultado final. Cuando cumplas con tu objetivo, podrás utilizar el espacio que ya existe en tu rutina para empezar otros proyectos.
Experimenta para encontrar la mejor forma de alcanzar tus metas
Experimenta con estructuras diferentes. Es posible que debas unirte a un grupo o conseguir a un entrenador o a un amigo para participar en la misma actividad que tú. Puede ser que debas reservar un tiempo en tu horario. He intentado prácticamente todo, desde encontrar un entrenador hasta unirme a un grupo de apoyo (lee mis artículos aquí y aquí), y diferentes métodos funcionan para mí dependiendo de la meta que desee alcanzar.
Recientemente deseaba aprender a tocar el yembé, un tambor africano. Así que, en un seminario en el que participé, me uní a un grupo de responsabilidad. Somos alrededor de 15. Podemos elegir trabajar en lo que sea, desde ejercicio hasta meditación.
He querido aprender a tocar el yembé desde hace unos 12 años. De hecho, en una ocasión hasta llegué a comprar un yembé en Nueva York, pero nunca empecé a tocarlo. Cuando finalmente lo usé, me di cuenta de que estaba roto. Después, hace nueve meses, compré uno nuevo, pero tampoco apartaba el tiempo para usarlo.
Encontrar el espacio y hacer que tocar el tambor fuera parte de mi horario fue la parte más difícil. Experimenté con tres horarios diferentes: en la mañana, el fin de semana y hasta al anochecer. Finalmente encontré el horario ideal: practico durante unos 15 minutos por la mañana justo después de hacer ejercicio.
En el grupo, debes publicar una fotografía de la actividad para probar que lo estás haciendo. Al principio, el mostrar una foto de mi yembé para demostrar que había practicado era mi motivador principal. Después la actividad se volvió su recompensa. Durante las últimas semanas extraño tocar el tambor si por alguna razón no lo hago. Esto me ayuda a manejar mejor el estrés, ya que tocarlo me hace feliz.
¿Qué deseas hacer tú con este nuevo inicio? Todo es posible si lo planeas bien.
¡Feliz Año! Que este año esté lleno de crecimiento y felicidad para ti.