5 trucos sencillos para completar tus proyectos más rápido

Para que nuestros negocios sigan creciendo, debemos realizar proyectos. Y, a veces, los proyectos tardan bastante tiempo. Suele ser difícil mantener la motivación y seguir avanzando a pesar del tedio de trabajar todo el día sin obtener resultados aparentes. Sin embargo, es importante continuar.

La matriz Eisenhower (por favor lee Transforma tu lista de pendientes con la matriz Eisenhower) indica que debemos trabajar en tareas esenciales que no son urgentes de forma constante hasta completarlas. Y así es como son muchos de los proyectos: importantes, pero no urgentes. Supongamos que deseas lanzar un nuevo sitio web para tu compañía; es probable que no haya consecuencias si no lo implementas en la semana siguiente o en el futuro inmediato. Sin embargo, si no trabajas en ello de manera constante, puedes irlo relegando y luego llegar a un punto en el que tu compañía haya dejado de crecer porque no actualizaste tu plataforma en el momento adecuado.

Así que tener una estrategia para manejar estos tipos de proyectos es crucial. Esto son algunos consejos que te pueden ayudar.

1. Aparta el tiempo para hacerlo

Lo primero es hacer espacio en tu agenda, porque tener un tiempo designado para seguir adelante con tus proyectos marcará la diferencia. Apartar el tiempo es más fácil decirlo que hacerlo, ya que las demandas externas pueden tomar el control de nuestros horarios y crear espacios de tiempo para trabajar en nuestros proyectos esenciales requiere determinación.

Te recomiendo primero experimentar con los horarios que mejor funcionan para ti. Me encantan las mañanas, ya que prefiero aprovechar mis niveles más altos de energía y productividad. Como dijo Mark Twain:

Si tu trabajo es comer una rana, es mejor hacerlo a primera hora de la mañana. Y si tu trabajo es comer dos ranas, lo mejor es comer la más grande primero.

Nuestras mentes están más despiertas en la mañana y listas para enfrentarse a las tareas más desafiantes (o ranas, como diría Mark Twain).

Una vez que hayas determinado cuál es el mejor momento para ti, aparta ese momento en tu horario. Puede que sea difícil de manejar al principio, pero, con el tiempo, tú y los que te rodean sabrán que ese espacio es intocable.

2. Crea una lista de verificación

Una vez que hayas establecido un tiempo designado, crea una lista de verificación diaria de los proyectos que estás administrando. Supongamos que tienes tres proyectos en los que estás trabajando simultáneamente, que te llevarán entre tres meses y un año terminar. La mejor manera de asegurarte de completarlos es trabajar hacia atrás desde tu objetivo para ver cuánto necesitas completar cada día. Si uno de tus objetivos, por ejemplo, es escribir un libro, calcula aproximadamente cuánto tiempo necesitas apartar para escribir cada día.

Una lista de verificación te ayudará a asegurar que estás completando tus objetivos diarios. Además, siempre es muy satisfactorio poner una marca en una pequeña casilla, ya que puede sentirse como una recompensa por hacer el trabajo.

3. Toma en cuenta tu progreso

Según Ayelet Fishbach en su artículo How to Keep Working When You’re Just Not Feeling It, tendemos a experimentar una menor motivación a la mitad de los proyectos en los que trabajamos. Una forma de superar esta tendencia es ser conscientes del progreso realizado hasta estar aproximadamente a la mitad. Una vez que hayas pasado el inicio de tu proyecto, puedes medir cuánto te queda por completar. Estos dos pequeños trucos te ayudarán a superar la falta de motivación que solemos experimentar hacia la mitad de un proyecto.

4. Díselo a otras personas

Comparte tus metas con tantas personas como sea posible. El que otros sepan de tus objetivos es una excelente manera de asegurarte de seguir avanzando. Con el tiempo, comenzarán a preguntar sobre tu progreso. Si no has avanzado como deseabas, esto podría impulsarte a continuar. También puedes encontrar un amigo o un grupo que te apoye en el trayecto.

5. Celebra las victorias y hazlo divertido

¡Recuerda celebrar! Raramente nos tomamos el tiempo para conmemorar las grandes victorias, y mucho menos las pequeñas. Recompénsate con algo que te guste hacer cuando alcances un hito; no solo te motivará, también hará que el proceso de trabajar en un proyecto largo y extenso sea mucho más disfrutable.

Al final, aunque alcanzar nuestras metas puede ser muy satisfactorio, la mejor recompensa es poder disfrutar nuestros proyectos. Así será más probable que trabajemos en ellos, y el tiempo que les dediquemos será más divertido.