Se dice que la calidad de nuestras decisiones determina el resultado de nuestras vidas. Esto significa que no hay mejor uso de nuestro tiempo que aprender a tomar bien esas decisiones. Si lo piensas bien, no nos enseñan a tomar decisiones en ninguna parte. Sin embargo, la carrera que elijamos y el lugar donde decidamos vivir guiará inevitablemente nuestras vidas en direcciones específicas. Si podemos aprender a tomarlas bien y aprender de nuestros errores para poder tomar mejores decisiones en el futuro, inevitablemente tomaremos buenas decisiones, mejorando enormemente nuestras vidas.
Encontré un curso de toma de decisiones de Farnam Street, que te recomiendo si te interesa aprender más sobre el tema. En la primera clase, introducen el concepto de matriz de decisiones y cómo podemos clasificar las decisiones para comprender cómo nos afectarán. Idealmente, concentraremos la mayor parte de nuestra energía en las decisiones más importantes que tenemos que tomar.
Llaman a las decisiones más importantes que tomamos el “dominó líder”. Estas son decisiones importantes que tendrán un impacto significativo en nuestras vidas. Algunos ejemplos serían quien es nuestra pareja, en qué ciudad vivimos y qué trayectoria profesional seguimos. Este tipo de decisiones tienen consecuencias y pueden ser irreversibles.
Todas las decisiones se pueden ubicar en una matriz de consecuencias y reversibilidad. Cuanto más cruciales y menos reversibles sean, mayor será el nivel de atención que debemos prestarles.
[Fuente: Farnam Street]
Todo lo que sea intrascendente le quitará energía a las decisiones más esenciales y merecerá menos atención. Las decisiones sin importancia, sean reversibles o no, son un gran campo de entrenamiento para otros, ya que les brindan el espacio para cometer errores y aprender rápidamente cómo mejorar en su trabajo.
A nivel personal, las decisiones que son reversibles e intrascendentes son olvidables. No son fundamentales y podemos superar fácilmente los errores. Supongamos que ordenaste el platillo “equivocado” en un restaurante; puedes elegir fácilmente otra cosa y los efectos de que no te guste la comida son mínimos. Es posible que hayas comprado un suéter que no te gusta pero que puedes devolver. Incluso las decisiones irreversibles no nos exigen mucho cuando son intrascendentes, como quitar una pequeña planta de tu jardín, una que no se puede trasplantar.
Las decisiones con consecuencias requieren más atención. Ejemplos de opciones reversibles significativas serían una decisión de contratación en tu compañía o la implementación de un sistema. Antes de tomar una decisión, puedes experimentar con algunos de sus elementos y recopilar suficiente información. Por ejemplo, con la implementación del sistema, puedes utilizar el período de prueba gratuito para probarlo con tantos usuarios como te sea posible para asegurarte de que el sistema sea adecuado para tu compañía.
Para decisiones con consecuencias e irreversibles, el asunto está en dividirlas en componentes que caen en los diferentes cuadrantes, lo que facilitará la toma de decisiones. Si tienes una decisión importante que debes tomar, como mudarte a una ciudad diferente, podrías ver qué elementos puedes probar que son reversibles y/o sin consecuencias. Por ejemplo, podrías averiguar cómo es el mercado laboral o el sistema escolar (reversible y sin consecuencias) si tienes hijos. Podrías pasar un tiempo en la ciudad para ver cómo es para ti (reversible y sin consecuencias). También podrías entrevistar a las personas que viven allí para ver cómo son sus experiencias y tratar de extrapolar cómo sería la tuya (reversible y sin consecuencias).
Una decisión de dominó líder no tiene por qué ser paralizante, ya que puedes dar un paso a la vez para ver si alguna de estas decisiones menores te ayudará a obtener claridad para que puedas tomar una decisión más informada. Al identificar el tipo de decisión que estás tomando utilizarás menos energía en elecciones sin importancia y te concentrarás en las que más importan.
Farnam Street, The Decision Matrix: How to Prioritize What Matters, septiembre de 2018.
Decision by Design – Curso pagado de Farnam Street.