Estos tiempos sin precedentes pueden ser paralizadores. Todo lo que hemos soñado y por lo que hemos trabajado tan duro pareciera, en muchos casos, haberse evaporado. Este sentimiento puede que no sea verdad, pero al menos a corto plazo nada está funcionando como en el pasado. Creo que es importante pausar y reconocer esta enorme sensación de pérdida que todos sentimos, por nosotros mismos, nuestras familias, nuestras comunidades y nuestros países.
El dolor por lo perdido
En una entrevista con la Harvard Business Review, David Kessler, autor de Finding Meaning: The Sixth Stage of Grief (biblioteca pública), describe lo que sentimos ahora como duelo colectivo. Es útil entender las etapas del duelo, que, según Kessler, no necesariamente ocurren en este orden. Estas son negación, ira, negociación (tratar de negociar con la situación al decir que, si hacemos algo, tal vez todo pueda mejorar), tristeza y aceptación.
Cuando llegamos a la aceptación, finalmente llegamos a sentir algo de control sobre la situación y encontramos formas de seguir adelante. En su libro, Kessler añade una sexta etapa, que es el significado. Cuando ya hemos aceptado nuestro dolor, podemos encontrarle significado a la experiencia que hemos vivido.
En medio de esta pandemia, Kessler sugiere que también estamos sintiendo más de un tipo de duelo. Además del dolor colectivo, también estamos experimentando dolor anticipatorio, que es la desaparición del sentimiento de seguridad futura. Es la sensación de que algo que no podemos identificar, que probablemente es malo, está por venir. Podemos decir con seguridad que el mundo no será el mismo después de esta situación.
Cuando ya hemos identificado lo que sentimos como duelo, los sentimientos asociados con el duelo pueden fluir a través de nosotros. A veces las emociones se quedan trabadas dentro de nosotros porque no queremos sentirlas o reconocerlas. Sin embargo, para poder superarlas, hay que sentirlas sin resistirlas ni añadirles más.
Adaptación a lo nuevo
Sin importar la etapa del duelo en la que estemos, seguimos manejando nuestro presente. Conforme nos adaptamos a esta situación, podemos aprovechar todas las habilidades que hemos desarrollado hasta este momento. Estas fortalezas pueden provenir de diferentes lugares: nuestras relaciones, cómo manejamos las capacidades e infraestructura de nuestra compañía, y cómo encontramos resiliencia, como la meditación. Todo esto puede servirnos ahora para nosotros y nuestras compañías.
¿Cómo tomamos las fortalezas personales, de nuestros equipos y de nuestras compañías y las adaptamos a esta situación? Algunas compañías pueden seguir funcionando y otras no. Algunas pueden seguir con un trabajo parcial. La respuesta será diferente para cada negocio, pero en este momento tenemos que trabajar con lo que tenemos.
En Celaque, somos una desarrolladora de bienes inmuebles. La construcción se detuvo. Además, administramos propiedades, y muchas de las compañías que realizan sus negocios en estas instalaciones están sufriendo. Bastantes de nuestros colegas y proveedores han parado sus operaciones o están trabajando parcialmente. No es fácil seguir funcionando.
En este escenario, estamos aprovechando las habilidades que tenemos y adaptándolas a nuestra realidad actual. En nuestro caso, todo nuestro equipo corporativo trabaja de forma remota, y estamos aprovechando la tecnología para seguir atendiendo a nuestros clientes y desarrollando proyectos. Le damos buen uso a cualquier tiempo extra para ponernos al día en proyectos en los que no habíamos podido trabajar en meses anteriores.
Lo que intentamos es trabajar lo más normalmente posible siempre que podamos. También nos estamos preparando para el futuro y estamos pensando en proyectos nuevos y áreas nuevas de crecimiento.
Pensando sobre el futuro
Coincido con Kessler; creo que es posible conciliar esta situación para darle un significado a todo esto, pero la respuesta será diferente para cada persona. Lo que deseo es salir de esto siendo más fuerte y más resiliente; a nivel individual, como unidad familiar y como compañía. Deseo y necesito encontrar lo bueno en esta situación, y la mejor manera que se me ocurre para hacerlo es preparándome para el futuro.
Sé que a veces ni siquiera tenemos tiempo para pensar durante el día, ya que estamos muy ocupados con la escuela en casa, trabajo en el hogar, y, si nos es posible en este momento, nuestro trabajo profesional. Pero siempre podemos encontrar formas de aprovechar el tiempo y estar más presentes, desarrollar resiliencia y nutrir nuestras relaciones. Podemos seguir educándonos, lo que, para mí, significa leer y encontrar maneras de estar lista para la siguiente fase.
Esta situación puede ser un punto de inflexión para bien; hagamos que así sea.
Kessler, David. Finding Meaning: The Sixth Stage of Grief. Primera edición. Scribner, 5 de noviembre de 2019. E-book.