El virus COVID-19 llegó por sorpresa. Hasta el 15 de marzo, yo me negaba a aceptarlo. No creía que el virus fuera a afectar a mí país o a mí compañía, y asumí que a lo máximo tendría que lidiar con el temor que el virus había generado. Pero, el 16 de marzo, mi país, Honduras, ordenó la cuarentena. De un día para otro tuvimos que pausar nuestros dos proyectos de construcción en curso y trasladar nuestra oficina corporativa al trabajo remoto.
El progreso de la supervivencia
Mientras leo The Unthinkable: Who Survives When Disaster Strikes – and Why, (biblioteca pública) de Amanda Ripley, me veo reflejada en las historias que cuenta. Ella dice que la primera etapa en el progreso de la supervivencia es la negación, y es exactamente donde yo estaba antes del 15 de marzo. Me he estado preguntando por qué no pude percibir el impacto que el virus podría tener una o dos semanas antes.
Aunque estaba al día con las noticias, ahora veo que estaba cayendo en el prejuicio de la normalidad; esto es cuando tendemos a suavizar las excepciones a favor de lo que normalmente sucede. La mayor parte del tiempo tiene sentido pensar de esta forma, pero cuando nos enfrentamos a una crisis, no nos beneficia. Nadie estaba preparado para esto.
El siguiente paso en el progreso de la supervivencia es la deliberación; esto es cuando tratamos de analizar lo que está pasando y pensar en una forma de salir de la situación. Finalmente, después de decidir qué hacer, el último paso es tomar acción. También es posible tener un ciclo de las tres etapas más de una vez.
Cuando por fin salí de la negación, pasé rápidamente por la deliberación y luego a la acción; no tuve elección. A nivel de compañía, hemos tomado las acciones necesarias para seguir funcionando. Sin embargo, cada vez más y más vuelvo a deliberar. Esta situación no es como estar en medio de un incendio o tener un accidente, lo que requiere tomar acción decisiva y después pasa.
Esta pandemia se está prolongando, y hay un gran componente de espera. No sabemos cuándo se aplacará el virus, cuándo habrá una cura o vacuna, o cuánto se verá afectada la economía. Hay tanta incertidumbre que, aparte de buscar formas para que nuestras compañías salgan adelante, no hay mucho que podamos hacer actualmente. El negocio no sigue “como de costumbre”; hay menos oportunidades para vender, no podemos comprar y no podemos construir.
Así que constantemente me encuentro en largos periodos de espera. Como emprendedora, he tenido mucha práctica en exploración, pero esto es diferente. Esta situación requiere un nivel mucho más alto de atención para saber cómo ayudar, cómo manejar la compañía y qué acciones tomar. Por tanto, espero, al igual que todos los que no están en el frente contra la pandemia.
El manejo de la situación
Debido a que el virus sigue teniendo un impacto, vale la pena analizar algunas de las recomendaciones de Amanda Ripley para mejorar nuestras probabilidades en medio de situaciones como a la que nos enfrentamos en la actualidad. Una forma de hacerlo es cultivar resiliencia, que nos ayuda a responder bien y a recuperarnos con rapidez. Las personas resilientes “creen que pueden tener influencia sobre lo que les pasa”, “encuentran un propósito significativo entre la agitación de la vida”, y “están convencidos de que pueden aprender tanto de experiencias buenas como malas”. Este tipo de resiliencia es algo que podemos practicar y desarrollar.
Otra de sus sugerencias es cómo reducir los niveles de ansiedad. Todos sentimos ansiedad cuando encaramos nuestras circunstancias actuales. Una forma de sobrellevarla que es gratuita y está disponible en todo momento es el respirar profundamente, lo que vincula de forma confiable nuestra mente consciente con nuestro estado inconsciente. Esto nos ayuda a funcionar mejor en cualquier situación, y nos ayuda a mantener la calma. Si sentimos demasiada ansiedad, no seremos capaces de ver lo que necesitamos percibir ni responderemos de la forma que nos gustaría.
En esta situación, creo que la clave es escuchar, permanecer consciente y calmados, actuar cuando sea necesario, y recuperarse con rapidez. Cuídate para que así puedas cuidar de otras personas de la mejor forma posible.
Ripley, Amanda. The Unthinkable: Who Survives When Disaster Strikes – and Why. Primera edición. Cornerstone Digital, 10 de noviembre de 2009. E-book.