Como gerentes, mucho de nuestro trabajo diario gravita alrededor de resolver problemas; pasamos de un asunto a otro y trabajamos para solucionarlos todos. Nos toca aprobar transacciones o discutir con otros sobre cómo proceder con temas que estamos enfrentando. Este tipo de trabajo requiere ser capaces de resolver una tarea a la vez y reaccionar con rapidez.
Pero hay otros momentos en los que requerimos hacer un tipo de trabajo más intenso. A veces tenemos que profundizar e investigar sobre un tema nuevo. O puede ser que nos toque pensar sobre un problema al que no le vemos solución o empezar y avanzar en un proyecto desafiante que requiere de toda nuestra concentración. Aquí se necesita un tipo de desempeño diferente, uno en el que tomamos el tiempo para sumergirnos en un asunto y pensarlo a fondo.
Dado que parte de nuestro trabajo es pasar de una tarea a otra y resolver los problemas que se van presentando, los tipos de acciones más intensos pueden ser desafiantes. Simplemente hallar el tiempo y la atención necesaria puede ser difícil.
Toma tu tiempo
Apartar un espacio de tiempo sin distracciones y en el que puedas concentrarte en el asunto es el primer paso. Nuestros horarios suelen ser apretados, y un millón de actividades pequeñas pueden distraernos de un proyecto grande. A veces no hemos organizados nuestros planes para ser capaces de trabajar en estos tipos de proyectos, y no tenemos un tiempo establecido para cada una de las actividades que hacemos.
Algo que me ha funcionado es crear gradualmente un espacio en mi horario para los proyectos más intensos. En mi caso, he reservado las mañanas, ya que es el tiempo en el que puedo dedicarle más atención a las tareas difíciles. Y durante las tardes, cuando mi energía ya ha disminuido un poco, me dedico a los asuntos más transaccionales. En estos momentos suelo colaborar con otros, y esto me da energía.
Me tomó unos seis meses acostumbrarme a mi nuevo flujo de trabajo. Pero, eventualmente, dejé bloqueado el espacio en mi horario para que, cuando tenga que trabajar en un asunto a profundidad, tenga el tiempo y la atención necesaria para hacerlo.
La disciplina
El trabajo intenso también requiere disciplina: sentarse día tras días, momento tras momento, trabajando duro hasta conseguirlo. Siempre habrá tareas más dinámicas y sencillas, pero son las tareas difíciles que requieren concentración las que frecuentemente tendrán mayores beneficios. Por tanto, perseverar es la única forma de poder terminar el trabajo. Para más sobre la disciplina, puedes leer Autodisciplina: la cualidad personal que hará crecer a tu empresa.
Empezar suele ser el paso más desafiante, pero hallar la disciplina cada día te ayudará a progresar en cada proyecto que inicies. Progresarás sin que te des cuenta, ya que presentarse es la mitad del camino a la meta.
Poner atención
Encontrar un tiempo sin interrupciones es el primer paso para garantizar que puedas hacer un trabajo serio e intenso. Pero ten cuidado, ya que a veces las perores interrupciones son las que existen justo enfrente de nosotros, en nuestras manos: el celular. Por lo general, siempre tengo un par de conversaciones avanzando por medio de mensajes de texto, y a veces son mucho más interesantes que lo que sea en lo que esté trabajando. Después de conversar por un rato, a veces no regreso a mi trabajo, si no que sigo a otras aplicaciones como Instagram, y puedo perder más de unos cuantos minutos que no estaban en el plan.
Otro de los grandes enemigos para el trabajo serio e intenso es hacer varias cosas a la vez. Desafortunadamente creemos que podemos encargarnos de más de una cosa al mismo tiempo. Pero ha sido demostrado que hacer varias cosas a la vez reduce nuestro rendimiento. Puede que pensemos que hacemos varias cosas, pero en realidad solo estamos pasando de una cosa a la otra. El problema es que, cuando pasamos de una tarea a otra, puede que nos tome hasta 25 minutos poder volver a concentrarnos después de haber interrumpido el trabajo inicial.
Cuando ya estemos sumergidos en un proyecto, lo mejor es apagar todas las distracciones y darle al proyecto la atención debida para enfocarnos por completo. No solo mejorará tu desempeño, sino que también lograrás darle atención a esos proyectos vitales que te darán los resultados que quieres.