Era enero de 2016, y me encontraba pensando sobre el año que tenía por delante, preguntándome qué deseaba que trajera el año nuevo en relación a mi crecimiento. Recientemente había leído sobre la idea de ponerme una meta imposible para ese año y pensé que tal vez valdría la pena probarlo.
Una meta imposible es un objetivo que parece inalcanzable en el momento pero que aun así puede conseguirse en un año. La meta tiene que ser algo que de forma realista no puedas completar en este momento, pero que cuando lo logres al final del año, te dará una inmensa satisfacción el haberlo hecho. La meta puede ser lo que tú quieras, desde participar en un maratón hasta escribir una novela corta.
El cielo es el límite
No importa si tu meta es personal o profesional. Empieza examinando las ideas que han estado en tu mente desde hace algún tiempo. ¿Recuerdas ese sueño que has venido relegando o esa lista de tareas que se ha quedado postergada? Ese puede ser un buen lugar para empezar.
Tu meta imposible será preferentemente algo que te inspire de forma significativa y que pueda darle nueva dirección a tu vida. Debe ser un objetivo que no sea predecible según las acciones que ya te encuentras realizando. En el caso de metas que ya hayas empezado, considera esas metas en acción. Piensa en algo más grande y usa una lluvia de ideas para obtener una meta que requiera más energía y una planeación más amplia.
Tal vez te preguntes: Si esto es algo que he querido hacer desde hace algún tiempo, ¿cómo es que ahora será diferente? En mi caso, el simplemente llamarlo “imposible” me inspiró a hacer más porque se trataba de eso: algo poco probable. Por definición, era una locura y estaba fuera de mi alcance, y nadie me culparía por no llegar a lograrlo por completo.
Aunque la palabra “imposible” era la diferencia principal, hubo otros dos factores que me inspiraron también: seleccioné una meta inspiradora que me dio y creé un plan claro y conciso.
Cómo alcanzarlo
Todos estamos de acuerdo en que un objetivo imposible no se logrará por sí solo; es importante elaborar un plan que funcione. Estos son algunos pasos que puedes seguir para alcanzar resultados óptimos:
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Establece la meta con ideas y parámetros claros: Haz tu meta tan específica como sea posible. Al final, deberás tener un resultado bien definido que te indique con claridad que has alcanzado el objetivo. Por ejemplo, mi meta imposible para 2016 fue leer 50 libros (de diferentes tamaños) en un año. Si solo leía 30 libros, sería obvio que había fallado. Incorporar números y valores es una forma fácil y práctica de evaluar tu progreso.
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Planea de adelante hacia atrás: En este paso, puedes tomar la meta entera y dividirla en hitos trimestrales o semestrales. Entonces puedes hacerlo más detallado al establecer metas semanales o quincenales, dependiendo del objetivo final. En mi caso, fue simple: tomé las 52 semanas del año y calculé que debería leer un libro por semana. Las dos semanas extra serían un margen de protección por si me enfermaba, estaba de viaje o me retrasaba.
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Crea un método para medir tu progreso: La evaluación es la columna vertebral del logro. Después de definir todas las tareas más pequeñas, crea una herramienta para medir el progreso de tu meta y el trabajo que todavía debe realizarse. Para mi proyecto de libros, hice una lista trimestral en la que contaba todos los libros leídos por trimestre, así como por año. Hubo momentos en los que me adelantaba y otros en los que simplemente no acababa el libro a tiempo. El conteo me ayudó a seguir progresando.
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Deja espacio para errores y contratiempos: Recuerda: esta es una meta imposible. No será sencillo y no fluirá tan cómodamente como tal vez nos gustaría. Dejar espacio en tu plan para problemas y obstáculos aumentará tus probabilidades de éxito.
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Encuentra apoyo: Para el 2017, mi meta imposible fue empezar este blog. Durante el año, avancé, pero mi progreso fue muy lento. Finalmente, me uní a un grupo de compañeras empresarias para trabajar en mi blog, y ellas me dieron una fecha límite para mi primera publicación. Su ayuda fue el impulso final que necesitaba y exitosamente (¡y con orgullo!) cumplí con la fecha límite. Sin su ayuda, no habría podido lograr mi meta imposible.
Úsala como motor para el crecimiento
Mis dos metas imposibles anuales me han ayudado a alcanzar algunos de mis más grandes sueños, y espero que te ayuden a hacer lo mismo. Cuando hayas empezado el proceso y cuando hayas alcanzado la meta, será mucho más fácil continuar con esta clase de proyectos como parte de tu repertorio personal y profesional. Empezar con este blog no fue un evento de una sola vez; planeo continuarlo durante el nuevo año y más allá. El hábito puede permanecer en ti para siempre.
La meta debe ser difícil; de eso se trata. Así que, incluso si no lo logras la primera vez, habrás conseguido mucho más de lo que tenías al principio. Entonces, podrás tomar el trabajo ya completado y usarlo para seguir con el objetivo el año siguiente.
¿Cuál es mi meta imposible para este año? Todavía no lo decido. Estoy dividida entre estas tres:
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Iniciar este blog en español para enfocarme en Latinoamérica;
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Escribir un libro para niños;
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Obtener una maestría en Escritura Creativa.
Actualización del 31 de enero de 2018:
Seleccioné mi meta imposible para 2018: escribir un libro para niños. Las otras dos opciones también fueron maravillosas, y me sentí atraída hacia estas en diferentes momentos. Sin embargo, elegí esta meta porque escribir un libro para niños parece completamente inalcanzable; es algo que nunca he creído poder hacer. Al mismo tiempo, lo que más me inspira es escribir un libro, ya que podré leérselos a mis hijas por las noches mientras aún son pequeñas. Ya estoy haciendo planes y les contaré cómo va el progreso.