Junto con la alegría de empezar un nuevo proyecto, trabajo u odisea para alcanzar un sueño viene la parte difícil: disciplina, esfuerzo, paciencia y perseverancia. El trayecto no siempre es placentero, ya que esa es la naturaleza del territorio. Puedes esperar muchos puntos altos al ver los frutos de tu esfuerzo o maravillarte por los descubrimientos. Sin embargo, durante la evolución de tu proyecto, a veces pudiera parecerte como que no conseguirás nada por tus esfuerzos.
Sin embargo, si tienes confianza en tu visión, sigue adelante. El objetivo final tal vez no sea exactamente como lo visualizaste, ya que podría llegar desde una dirección totalmente diferente. La única forma de descubrir ese resultado es seguir avanzando y mantener en mente la meta que buscas.
En ocasiones me he encontrado trabajando duro en un proyecto y no obtengo el resultado deseado. Entonces, de repente, las piezas empiezan a encajar y con el tiempo se ven los resultados. No es magia, pero después de un gran esfuerzo y planeación, logro encontrar un camino funcional, aunque no sea el que originalmente había pensado. Si no hubiera sido por la perseverancia ya invertida, no habría encontrado una vía alternativa que ofrecía el resultado deseado.
Cuando las cosas se ponen difíciles: lo que te puede ayudar
Perseverancia
Sigue pensando en tu meta y mantén el impulso. Apégate a tu plan y realiza las acciones necesarias. Es el dar los pasos necesarios para alcanzar las metas, especialmente aquellos que son más desafiantes, lo que nos permite obtener los resultados deseados. Esas acciones diferentes que nunca hemos realizado son las que nos impulsan hacia resultados que nunca hemos visto. Tomar pasos como contactar a un posible cliente nuevo o hacer una presentación frente a un gran grupo de personas puede llevar a tu compañía al siguiente nivel. Esto puede ser incómodo, pero también es parte del camino.
Mantén una mente abierta
Cuando las cosas se ponen difíciles, a veces requerirás de creatividad para encontrar rutas alternas. Ver el problema desde otro ángulo y buscar caminos alrededor de los obstáculos son habilidades clave que te ayudarán a llegar a tu destino. El camino raramente es obvio; si lo fuera, muchos otros ya lo habrían tomado.
A veces insistimos con las mismas acciones que no están funcionando sin darnos cuenta de que probablemente nunca lo harán. Al llegar a un callejón sin salida, lo mejor es reconsiderar el plan y encontrar otra ruta. Mantener una mente abierta te ayudará a encontrar soluciones nuevas y a llegar a tu objetivo más pronto y de forma más eficaz. Otra forma de encontrar una dirección nueva es tener una lluvia de ideas con otras personas. Amigos y colegas pueden ayudarte a ver direcciones nuevas que tal vez no hayas considerado. Los grupos de asesoramiento de pares son grupos que te pueden ayudar para obtener perspectivas nuevas de otros colegas (Asesoramiento de pares y cómo puede beneficiar a tu negocio y Cómo establecer tu grupo de asesoramiento de pares para el éxito).
Tómate un descanso
A veces puede ser que nos sintamos bloqueados en un proyecto sin saber cómo avanzar. En ese momento, tomarse un descanso y trabajar en otras actividades muchas veces es la mejor respuesta. Puede ser que pases varios días sin pensar en tu proyecto y entonces, de repente, se te ocurra una nueva forma de considerarlo. Puedes usar esta técnica hasta para tareas pequeñas. Si tienes una oportunidad o idea nueva y no sabes cómo proceder, tomarte algo de tiempo libre para pensarlo suele tener buenos resultados.
La travesía no siempre es lo que esperamos, pero aprendemos mucho y crecemos como personas. Los errores y pasos en falso que demos por el camino son lecciones valiosas que podemos aplicar al mismo o a otros proyectos. Al final, solemos obtener algo que de otra manera hubiera sido imposible.