Empezar un proyecto nuevo desde cero es probablemente una de las cosas más difíciles que se pueden hacer. A veces tengo una idea maravillosa, un proyecto completamente nuevo listo para empezar. Me siento convencida de que este resultará en muchos beneficios, y estoy lista para iniciarlo. Entonces, me coloco frente a la computadora para empezar a trabajar y, de repente, me quedo en blanco, sin una pista de por dónde empezar.
Cuando esto pasa, trato de regresar y redescubrir mi inspiración original. Aunque la emoción casi siempre sigue intacta, no sé cómo empezar. Comúnmente me quedo sentada algunos minutos más hasta que me desespero. Al final, apago mi computadora y continúo con mi día para no sentir que lo he desperdiciado.
Cómo empezar un proyecto nuevo
Aunque es comprensible que esto pase debido a las exigencias de la vida, no siempre tiene que ser así. Los proyectos grandes pueden ser abrumadores y requieren persistencia. Los siguientes consejos me han ayudado y puede que te ayuden a ti a completar tu siguiente proyecto:
1. Haz algo, lo que sea
Primero, solo empieza. No tiene que ser mucho al principio, pero sí lo suficiente para sentir que has logrado algo. Realizar una acción pequeña funciona contra la inercia de cualquier plan nuevo.
Si estás investigando sobre un nuevo sistema en la nube para la empresa, esto puede ser tan simple como buscar “mejores sistemas de contabilidad en la nube” y leer un par de sitios. Esto será suficiente para empezar y te ayudará a romper el hielo. Al final del día, sentirás que el proyecto ha iniciado oficialmente.
2. Divídelo en partes pequeñas
Después de pasar este primer obstáculo, crea un plan para los pasos necesarios. No tiene que ser completo; puede tratarse de unas cuantas metas que dividan el proyecto en pasos pequeños. Por ejemplo, en la implementación del sistema en la nube ya mencionado, el proyecto puede empezar con investigación las primeras dos semanas. Después, puedes abrir cuentas de prueba y partir desde allí la semana siguiente.
Los pasos pequeños te ayudarán a cubrir terreno. Comprometerte a avanzar un poco a la vez te ayudará a progresar en el trabajo que debe realizarse.
3. Programa un tiempo específico cada día
Programa tiempo para trabajar en el proyecto. El tiempo que uses dependerá de tu disponibilidad, pero incluso de 10 a 15 minutos cada día ayudará a que el proyecto gane impulso.
Nuestras mentes por lo general están más despejadas por las mañanas, lo que hace que éste sea el momento ideal. Juntar los elementos más desafiantes y creativos durante estas horas es muy útil. Elimina las distracciones y ponte a trabajar en el proyecto en el tiempo designado. Te recomiendo no parar hasta que se acabe el tiempo. Incluso si solo estás frente a tu escritorio, después de algunas sesiones te empezarás a aburrir y entonces producirás algo.
4. Lleva un registro del progreso
Para mejorar algo, hay que cuantificarlo. Mide lo que se ha logrado con relación a la meta mientras el proyecto avanza. Si te das cuenta de que no has estado haciendo tanto como esperabas, esto te motivará para seguir actuando.
Monitorear tu progreso te ayudará a descubrir qué ritmo es sostenible para este proyecto. El tiempo que utilices, los mejores horarios, y lo que eres capaz de producir en tu tiempo asignado son patrones que podrás detectar. Esto será especialmente útil si tu proyecto es a largo plazo. El mismo conocimiento será aplicable para proyectos futuros.
5. Encuentra un grupo que te apoye y te ayude a estar enfocado
Encontrar de dos a tres colegas que estén trabajando en proyectos similares es muy útil. Te pueden dar información valiosa y ayudarte a evitar errores basándose en su experiencia. Más importante aún, este equipo te animará cuando sientas que tu motivación baja.
El proyecto ha empezado
Con el tiempo, el resultado empezará a acumularse. El trabajo te exigirá más tiempo y ya no tendrás que forzar el progreso del proyecto. Todas las cosas grandiosas han sido creadas por una acumulación de acciones. Todo lo que necesitas es empezar con esas acciones.