El año pasado tuve el inmenso honor de participar en la Iniciativa de Liderazgo Centroamericana (CALI, por sus siglas en inglés), una asociación que junta a líderes de diferentes esferas para interactuar y aprender juntos. Hay cuatro participantes por cada uno de seis países centroamericanos quienes, en la mayoría de los casos, nunca antes se han conocido. No puedo describir la magia que se sentía cuando juntaron a estos músicos, cineastas, líderes de servicio público y empresarios para discutir modelos de liderazgo basados en estudios de casos anteriores.
El programa está diseñado para sacarte de tu zona de confort al tener conversaciones sobre liderazgo, así como al participar en diferentes tipos de actividades en equipo. CALI es un tipo de programa muy específico y tal vez no todas las personas deseen participar en algo similar, pero sus lecciones son universales: salir de tu zona de confort y ver tu vida y tu trabajo desde una perspectiva completamente nueva puede ayudarte a transformar tu mundo.
Sal de lo familiar
Es cómodo buscar lo que hace todo más sencillo y más eficaz. La burbuja en la que yo vivo es conveniente, y me encanta. Puedo trabajar con eficacia y manejar todo sin problemas sin salir de ella. Sin embargo, en este proceso, se me escapaba algo que era muy importante para mí. Hay cierta parte de mí que dejé atrás cuando tenía 20 años: el arte. Simplemente no entró en mi burbuja y creo que, probablemente por esta razón, cuando conocí a los artistas en el grupo, instantáneamente me sentí identificada con ellos.
Esta experiencia me hizo pensar que necesitamos más de esto en mi compañía y que deseo reconectarme con el arte en mi vida personal. Hasta llegué a pensar que necesitábamos tener a un artista en nuestro equipo, pero, por otra parte, tal vez yo podía ser esa artista. Me di cuenta de que teníamos que poder contar nuestra historia como compañía de una mejor forma: quiénes somos, por qué estamos aquí, y cuál es nuestro propósito. Se supone que nuestra misión y visión deben hacer esto, pero, de cierto modo, se sienten muy artificiales. Quiero sentirme conectada con quiénes somos como equipo y hacia adónde vamos.
Cuando empecé a buscar la forma de hacerlo, pensé en muchas otras mejores maneras con las que podía conectar las diferentes partes de la compañía entre sí y con nuestro propósito. Pero primero debíamos descubrir esas historias (las de nuestro equipo, nuestros clientes y nuestros proveedores) para aprender más sobre nosotros y ver a dónde puede llevarnos esto a futuro. Acercarnos a esas historias es una manera de salir de la burbuja.
Mira el trabajo desde una perspectiva diferente
Estamos tan inmersos en el trabajo que hacemos que suele ser difícil ver las cosas desde otro ángulo. Viajar puede ayudar, así como hablar con personas que están fuera de la industria o hasta fuera del mundo de los negocios. Pero, ¿cómo podemos cambiar nuestras perspectivas de forma más íntegra?
Cambiar nuestra perspectiva no es solo saber más o hacer las cosas de mejor forma. Cierto, siempre podemos mejorar, y mucho de lo que escribo tiene que ver con mejoras e innovaciones constantes. Sin embargo, a veces lo que ocupamos es un lente totalmente distinto, y es entonces cuando los obstáculos que creíamos insuperables pueden desaparecer o convertirse en simples desafíos.
Los artistas en el grupo hicieron eso por mí. Conocí a alguien tan conectada con su misión y corazón que puedes sentirlo en los productos que produce su compañía. También me hizo pensar sobre el tipo de compañía que surge directamente del corazón (o el corazón colectivo) comparada con una compañía que no tiene esa conexión. Creo que es crucial considerar la misión de una compañía y cómo se expresa el esfuerzo colectivo en la creación de productos.
Nuestra compañía no ha cambiado, pero yo sí, y ahora veo a nuestra organización desde una perspectiva diferente. No estoy segura de cómo influirá este cambio a mi trabajo, pero ahora se siente mucho más gratificante y conectado.