Las transiciones, como los cumpleaños, el año nuevo y los aniversarios, son importantes para nosotros: son ocasiones naturalmente significativas. Un año nuevo, especialmente, siempre está lleno de esperanza para el futuro, así que ¿por qué no tomar ese impulso para comenzar de nuevo?
El inicio del año es una oportunidad única: una oportunidad para soltar lo que no hemos logrado en años anteriores. También es una oportunidad para ver lo que queremos y planificar cómo usaremos nuestro tiempo este año, incluso si no hemos podido cambiar nuestro horario en el pasado.
Ya llegamos al 2021, y aunque todavía estamos en medio de una pandemia, al menos no nos tomó de sorpresa como en el 2020. Tenemos una mejor idea de cómo será el año y podemos planificar gracias a la ventaja añadida de todo lo aprendido en el 2020.
Para empezar el año
Siempre me tomo un tiempo libre durante las vacaciones de fin de año para mirar hacia el próximo año y tener una nueva perspectiva. El final de 2020 no fue diferente. Sin embargo, me he dado cuenta de que cuando vuelvo al trabajo, me encuentro con un millón de cosas que debo hacer porque el inicio del nuevo año siempre trae consigo sus propias preocupaciones y compromisos. Encontrar el tiempo para planificar el nuevo año es difícil, pero esencial.
La clave es encontrar un espacio de tiempo para sentarte y pensar en lo que quieres lograr en el año y cómo lo lograrás (lee Una meta imposible este año te ayudará a alcanzar resultados asombrosos, Reflexionando sobre el año pasado y estableciendo metas para el nuevo año, y Pasando al siguiente nivel en 2021). Sin las acciones adecuadas, es muy poco probable que consigas lo que te propongas hacer.
Lo que quieras hacer puede variar. Es posible que no tengas objetivos súper específicos, como leer una cierta cantidad de libros o visitar un lugar nuevo, pero pueden ser más intencionales, como ser un mejor padre o madre o sacarle más provecho a los días. Estas metas se volverán reales en tu vida si tienes la estructura correcta para que sucedan.
Te recomiendo tomarte un tiempo en enero o febrero para marcar el nuevo año y planificar tus metas. Considera hacer lo siguiente:
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Haz una lista de tus metas y asegúrate de que sean S.M.A.R.T. (por sus siglas en inglés): específicas, medibles, alcanzables, relevantes y con tiempo límite.
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Cuando ya tengas una idea clara de tus objetivos y cuánto tiempo te tomará alcanzarlos, divídelos en hitos que puedas lograr con tareas. En el caso de intenciones, como ser un buen padre o madre, es posible que desees crear hábitos y comportamientos. También puedes configurarlos como mini objetivos. Por ejemplo, supongamos que tu deseo es pasar dos horas adicionales del fin de semana jugando con tus hijos; puedes poner eso en tu horario para que sea tu objetivo. También es buena idea tener claro cómo sería para ti cuando hayas logrado tu objetivo de ser un mejor padre o madre.
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Crea un mecanismo para apoyarte a ti mismo: puedes unirte a o crear un grupo de apoyo en el que compartas tus objetivos con los demás y se responsabilicen mutuamente de darles seguimiento y alcanzarlos.
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Construye estructuras para recordar lo que debes hacer: si, por ejemplo, tu objetivo es pasar más tiempo con tus hijos, bloquea ese tiempo en tu horario como lo harías con una reunión y crea ese espacio para el resto del año. Si deseas leer una cierta cantidad de libros en un año, planea una forma de darle seguimiento a la cantidad de libros que estás leyendo para asegurarte de alcanzar tus hitos. Tengo, por ejemplo, una tarea que muevo al final de cada semana, en la que cuento y hago un seguimiento de cuántos libros he leído. Algunas personas anuncian todos los libros que leerán en un mes en las redes sociales y publican sobre su progreso. Vi a otra persona que compró todos los libros físicos que iba a leer en un mes y los marcó con banderitas según lo que tenía que leer por día para lograr su objetivo.
La inversión en planificación marcará la diferencia para lograr todo lo que te propongas alcanzar en el nuevo año. ¡Mucha suerte y espero que todas tus intenciones se conviertan en realidad!