Se necesita un equilibrio para fortalecer los flujos de trabajo fundamentales y probados, dejando espacio para la innovación y la creatividad a medida que seguimos creciendo.
La perspectiva que proporciona el pensamiento sistémico es invaluable, especialmente si lideras una compañía o un equipo. Con la ayuda de esta perspectiva, puedes evolucionar para convertirte en el jardinero o jardinera de un sistema complejo y trabajar para hacerlo más resistente y creativo.