La autodisciplina es una característica que normalmente se pasa por alto y que es vital para el crecimiento profesional. Es una de esas virtudes necesarias para que nuestras carreras alcancen su máximo potencial. Todo lo que vale la pena requiere trabajo y dedicación.
La autodisciplina suele ser incómoda y poco placentera. Usualmente implica sacrificio en el presente para una acción que te acercará más a tu meta, tal como implementar un sistema nuevo para una fecha límite o escribir un capítulo de tu libro. La palabra misma puede tener denotaciones militares ya que requiere perseverancia a través de los desafíos a los que nos enfrentamos. Sin embargo, la única forma de llegar de manera sostenible a donde queremos ir es seguir las reglas y tomar los pasos necesarios.
Sin autodisciplina, no podríamos llegar a ningún lado.
Es esencial
Tener la fuerza de voluntad para superar obstáculos es el fundamento de todo logro profesional. La buena noticia es que toda persona que trabaja tiene autodisciplina. Llegar a tiempo al trabajo y completar los proyectos en sus fechas límites requiere disciplina. Los factores externos, tal como tener un horario laboral, hacen que actuar sea más fácil ya que hay consecuencias si no se cumple con el comportamiento esperado.
A veces hay metas que queremos alcanzar y que requieren fuerza de voluntad ya que no hay una presión externa directa. Aquí es donde se ve el valor de la autodisciplina. Por ejemplo, al prepararte para empezar un negocio nuevo, generalmente no hay nadie que esté a tu lado para asegurarse de que realices el trabajo necesario. Apartar tiempo para diseñar un plan de negocios y dar pasos para iniciar el negocio requiere de gran determinación.
Como emprendedor, no hay nadie diciéndote lo que tienes que hacer. La mayor parte del tiempo a nadie le importa tanto como a ti. La única forma de llegar del punto A al punto B es al tomar acciones de forma proactiva que te lleven a ese lugar.
Es como logramos avanzar
Frecuentemente, el trabajo no es divertido, y se necesita autocontrol y fuerza de voluntad para conseguir resultados. La autodisciplina es el medio para cumplir con lo que decimos que haremos. Además, nos ayuda a completar las tareas sin importar los obstáculos o excusas. La autodisciplina nos lleva al lugar al que queremos llegar, el lugar en el que empezamos a cosechar los beneficios. Sin esta, el ser innovadores y brillantes no tiene mucho valor.
El beneficio es claro: conseguimos lo que queremos lograr. Del otro lado de la moneda existe una recompensa oculta de ser disciplinados: atrae oportunidades. Si resultas ser una persona en quien se puede confiar para lograr resultados, las personas lo notarán. Una compañía que es consistente en sus operaciones es una compañía en la que otros dependerán con gusto.
Cómo trabajar con ella
La autodisciplina es difícil y, mientras más proyectos tengas enfrente, más fuerza de voluntad necesitarás. Estas son algunas formas de hacer un esfuerzo extra cuando la situación es especialmente difícil:
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Encuentra a una compañera o compañero que se comprometa con el mismo objetivo: Se pueden hacer responsables ante la otra persona para completar las tareas necesarias. Además, el trabajo será mucho mejor porque tendrás compañía.
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Hazlo público: Comparte lo que deseas lograr con el resto del equipo y con tus amigas y amigos en redes sociales. Compartirlo con otros te suma otro nivel de responsabilidad.
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Añádelo a tu horario: Apartar tiempo para hacer lo que debe completarse hará que sea más probable que cumplas.
Al final, todo ese duro trabajo valdrá la pena. Tan solo ten en mente tus metas y propósitos y usa la autodisciplina como una herramienta invaluable para llegar a tu destino.