A veces siento que estoy dando un paso hacia adelante y dos hacia atrás.
Así es como me sentía esta mañana. He intentado establecer Celaque, mi compañía, como una organización dinámica y en crecimiento. Nuestro equipo es mucho más grande ahora, así que lo que intento hacer es más fácil y más difícil. He tenido algo de suerte, como las personas que se han unido a nuestra empresa y nos han quitado un peso de encima. Pero, aun así, hay algunas partes de la compañía que están requiriendo más trabajo.
Por ejemplo, el mes pasado no cumplimos con un objetivo de contratación y la sensación de inutilidad me cayó de golpe. No me siento así tan seguido, ya que sigo aprendiendo a lidiar con los reveses, pero ayer sentí que no estaba haciendo nada bien. Mi agenda está más llena estos días, lo que me hace sentir que me estoy quedando atrás. Empiezo a sentir que, por mucho que lo intente, algunas cosas no cambian.
Quería compartir mis sentimientos, por si alguien se siente de manera similar, para ver si mis experiencias pueden ayudar. Cuando siento esta frustración, es como si el mundo se cerrara. Lucho y no me muevo tan rápido como me gustaría.
Lo que intento hacer cuando me siento de esta manera es:
Dormir bien
¡Es como magia! La mayoría de las veces me despierto sintiéndome renovada con una nueva mentalidad. Apago todas las pantallas antes de acostarme, evito el alcohol y como temprano para tener la mejor oportunidad de dormir bien por la noche. Leer siempre me cansa y, antes de darme cuenta, me quedo dormida.
Meditar
Tomar incluso un pequeño descanso a la mitad del día puede desconectarte de lo que esté sucediendo y darte un nuevo comienzo. Me encanta meditar durante la pausa del almuerzo: me ayuda a reajustarme, especialmente después de días agotadores. La meditación nos ayuda a estar en contacto con nuestras emociones y ayuda a aclarar lo que estamos sintiendo. Cuanto más meditamos, más nos conocemos como personas y aprendemos cómo respondemos.
Hablar con alguien
A veces necesitamos desahogarnos. Por lo general, hablo con mi esposo cuando algo me molesta. Simplemente expresar lo que siento me ayuda a aclarar mi mente. Mi esposo también es un optimista sin remedio, por lo que siempre le da un giro positivo a todo lo que sucede.
Si me preocupa algo que necesito resolver, hablo directamente con la persona o personas involucradas.
Consentirme
Reservo algunos gustos, como un postre o un descanso más largo, para cuando necesito algo que me ayude. Después de consentirme, inevitablemente me siento mejor y puedo seguir adelante.
Llevar un diario
Así como hablar con alguien, llevar un diario te puede ayudar a observar tus problemas y encontrar soluciones. Mientras más tiempo te tomes para escuchar tus pensamientos escritos, serás más capaz de organizarlos.
¡Espero que estos consejos te ayuden a avanzar cuando la situación se vuelva difícil!