Nota: Escribí este blog una semana antes de publicar mi libro.
Te lo puedo decir por experiencia: seguir tus sueños no es fácil. Uno de mis sueños, uno que siempre he tenido, ha sido escribir un libro. Al empezar el proceso, sabía que no sería un proyecto simple. Sabía que iba a requerir mucho trabajo, pero saberlo y vivirlo son dos cosas muy distintas.
No todos los pasos del proceso fueron difíciles. Escribí el libro más rápido de lo que esperaba. Sin embargo, en varios momentos durante la etapa de escritura tuve dificultades para expresar lo que quería decir de manera adecuada. Después, el proceso de publicación y edición tomó más tiempo de lo que había anticipado.
Actualmente, ya estoy cerca de la meta, preparándome para la publicación. Tengo que admitir que me siento cansada. Ha sido mucho trabajo. Traté de organizarme para que se me hiciera fácil, pero tuve que pasar por muchas situaciones estresantes y, como resultado, estoy honestamente cansada. Comparto esto porque el trayecto hasta este momento ha sido largo e intenso.
A pesar de todo, me alegro de haberlo hecho. Mirando hacia atrás, sé que esto es algo que TENÍA que hacer. Fácilmente podría haber racionalizado no escribir este libro. Podría haberme dicho a mí misma (como lo he hecho en el pasado) que no tenía tiempo, o que lo que ya había hecho era suficiente. Pero también sabía que no me habría sentido bien conmigo misma.
Me ha tomado dos años y medio de esfuerzo no consecutivo, pero por fin veo el final del túnel. Lo que siento de todo esto es una profunda satisfacción. Finalmente estoy compartiendo mis ideas y pensamientos con el mundo y estoy muy orgullosa de cómo está resultando. Hice mi mejor esfuerzo y ahora estoy lista para presentar mi libro al mundo.
Las recompensas ocultas
Mientras escribía el libro, llegué a entender, a un nivel todavía más profundo, mucho de lo que había experimentado y tratado de hacer en Celaque. Recuerdo haberle dicho a mi esposo en un momento durante la fase de redacción que el libro ya había compensado mi esfuerzo porque pude elaborar en un marco coherente cómo había construido la compañía.
También me mostró algunos de mis errores y aspectos en los que podía mejorar. El proceso de escribir este libro también me hizo mejor en mi trabajo. Mientras escribía, refiné Celaque como organización y mejoré su diseño. Celaque, por su parte, fortaleció al libro. Siento que el libro me enseñó lo que tenía que enseñarme. Claro, puede que tenga más por descubrir, pero solo el tiempo lo dirá.
Creo que, al final, más que nada, la satisfacción es intrínseca. Aprendí mucho en el trayecto y finalmente alcancé mi objetivo.
Compartiendo Heptagrama
Ahora, estoy lista para compartir lo que aprendí a través de mi trabajo e investigación con el mundo. Espero que pueda ayudar a otros que están en la misma posición en la que yo estaba hace unos años. No es fácil ser fundador y dirigir una compañía, y después de mi papel de madre, diría que es lo más difícil.
Seguir un sueño no es fácil. Si lo fuera, hacer sueños realidad no sería tan especial. Es normal sentirse desmotivado o desmotivada. Cuando logramos este tipo de metas, no es el resultado final lo que importa tanto, sino en quién nos convertimos durante el proceso. No siempre te sentirás bien a medida que evolucionas, pero el proceso es tan valioso como el resultado.
Sigue adelante. Recuerda por qué decidiste emprender ese viaje en primer lugar.
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